La junta de personal del área sanitaria de O Salnés inicia esta mañana en Cambados una campaña de protestas contra el cierre de la tercera planta del Hospital Comarcal. Asimismo, demandan que se sustituya el personal que se va de vacaciones de verano en los centros de salud y alertan sobre el envío de pacientes desde la sanidad pública a la privada. Así, médicos y sanitarios se concentrarán a partir de las 11 horas y hasta la una de la tarde frente al centro de salud cambadés en un acto que anuncian que será una "sorpresa".

La junta de personal del área sanitaria aún desconoce la fecha exacta del cierre de la tercera planta del Hospital Comarcal, "pero la dirección ya nos ha dicho que lo hará como en los últimos años, y eso significa que será a partir de julio", manifestó ayer la presidenta de los representantes de los trabajadores, Celia Iglesias. Apunta que eso significará "que suban las listas de espera tanto para consultas como para quirófano", con el consiguiente perjuicio para los pacientes.

Iglesias añade que en lo referente a las sustituciones en Atención Primaria, "se cubren en muy pocos casos las vacaciones de los médicos y enfermeros de familia", de modo que "los pacientes también tendrán que soportar mayores esperas" durante el verano.

Por ello, convocan una concentración con un acto "sorpresa" (hace apenas dos meses las enfermeras del Sindicato de Enfermería, Satse, recrearon una carrera de obstáculos de atletismo y un "flashmob" para hacer visibles las reivindicaciones de su colectivo), porque en palabras de Iglesias "queremos concienciar a la gente de que medidas como el cierre de camas o la no sustitución de personal tienen consecuencias directas sobre la atención sanitaria a las personas". La próxima semana habrá una segunda concentración de este tipo. Será en la Praza de Galicia, en Vilagarcía, probablemente el martes.

Razones del Sergas

El Sergas justifica el cierre de la tercera planta en que la disminución de las operaciones programadas y de otras patologías más habituales en invierno hacen innecesario disponer de esos espacios operativos. El cierre permite a la administración economizar costes de todo tipo -tanto en personal, pues no se necesita tanta gente para atender a los pacientes ni para la limpieza y mantenimiento de los cuartos-, apelando a la disminución de ingresos hospitalarios.

Los trabajadores, sin embargo, manifiestan que a cambio de ese ahorro se empobrece la atención que se ofrece a los pacientes se precariza el trabajo del personal.