Se enfrentaron al reto de resolver 70 operaciones matemáticas en cinco minutos con la única ayuda de su mente y un ábaco y salieron victoriosos. Daniel Méndez, del colegio San Francisco; Sergio Alba, de las Filipenses; Brais da Silva, del Piñeiriño; Pablo Rodríguez, del centro compostelano Monte dos Postes; y Nicolás Moure, del estradense Nuestra Señora de Lourdes, hicieron podio en el Campeonato nacional de cálculo con ábaco celebrado en Santiago de Compostela. Los dos últimos fueron campeones, Daniel y Sergio subcampeones y Brais consiguió un tercer premio. Los cinco se reúnen los sábados en el Liceo Casino de Vilagarcía para asistir a las clases de Aloha Mental Arithmetic, un programa de desarrollo mental que combina el cálculo con ábaco, la aritmética y los juegos didácticos para que los niños aprendan a visualizar las tareas en forma de imágenes. Eso les permite mejorar su capacidad de comprensión, aumentar su memoria y adquirir habilidades analíticas que tienen un efecto positivo sobre su rendimiento escolar y les permiten realizar las operaciones matemáticas de siempre de forma más rápida y más eficaz.

Desarrollo mental

El programa "desarrolla la parte mental de los niños" utilizando como herramienta principal el ábaco japonés, explica la profesora Amanda Metcalf. Ayer felicitó a sus pupilos en una fiesta de celebración en el Liceo Casino. Portando orgullosos sus trofeos y medallas comentaron sus impresiones tras participar en el concurso. Recordaron los "nervios" que pasaron porque "creía que se acababa el tiempo y algunas operaciones no me salían", dice el subcampeón Daniel Méndez. "Las mías eran más difíciles y largas, de siete cifras", apunta el campeón Pablo Rodríguez, con su ábaco en la mano.

El instrumento consiste en un marco provisto de diez cuerdas o alambres paralelos, cada uno con diez cuentas o bolas móviles con distinto valor numérico según su posición. El programa Aloha "está pensado para que en seis meses se note ya el desarrollo en el alumno. Empiezan utilizando dos columnas, las unidades y decenas, y después van incorporando las centenas, millares, etc.", comenta la profesora. Una vez que saben "colocar los números en el ábaco, mediante pinzas y jugando con movimientos especiales, aprenden a operar".

Pablo, Nicolás, Daniel, Sergio y Brais, de entre 7 y 10 años, se lo pasan bien en las clases a la vez que desarrollan su capacidad mental. Y sus padres, orgullosos de estos cinco genios del ábaco