La implicación social del colegio de Vilaxoán es un hecho. Ayer quedó demostrado con la acción benéfica de la que fueron protagonistas más de medio centenar de alumnos del 1º y 2º de Primaria, que entregaron a Cáritas Parroquial dos cajas llenas de lechugas. Un total de 20 y todas ecológicas, cultivadas sin ningún tipo de productos químicos y con todo el cariño de los niños, que durante buena parte del curso cuidaron el huerto escolar, en el que crecen, además, guisantes, calabazas, maíz y perejil, entre otras hortalizas.
"Comentamos con los niños la posibilidad de hacer algún acto social para que ellos se implicaran", explica la tutora de 2º, María Cruz Rey. De ahí nació la idea de colaborar con Cáritas, que ayer envió a una representante al colegio para recoger las lechugas. Los propios niños fueron a buscarlas al huerto por la mañana y después se las entregaron a la voluntaria, que les transmitió el agradecimiento de la entidad y también de las personas sin recursos, destinatarios finales de la donación.
Muy buenos agricultores
Fue el año pasado cuando el colegio de Vilaxoán creó su huerto y desde entonces los niños están entusiasmados e implicadísimos en su cuidado, demostrando ser unos buenos agricultores. Ellos mismos plantaron las semillas que les llevaron los profesores y, una o dos veces por semana, se encargan de regar y de sacar las malas hierbas que crecen entre las hortalizas. Ya quedan pocos días de clase y el huerto descansará hasta el próximo curso. El maíz y las calabazas quedarán plantadas durante el verano para que alcancen su estado óptimo y el conserje, que de vez en cuando interrumpe sus vacaciones para acercarse al colegio, les echará un vistazo y comprobará que su crecimiento va según lo previsto. Seguro que así será porque el huerto del CEIP Vilaxoán tiene incluso sistema de riego por goteo, por lo que las plantas no corren riesgo de secar.
El de ayer fue uno de los primeros actos benéficos que hicieron los alumnos de 1º y 2º, pero no será el último, apunta la profesora María Cruz Rey.
