No es la primera vez que lo hacen, pero los alumnos del instituto de As Bizocas siguen siendo noticia por su capacidad para convertirse en guionistas, productores y actores de cine. Ayer salieron a la playa situada frente a estas instalaciones educativas de San Vicente de O Grove. Y no lo hicieron para eliminar especies invasoras ni para empaparse de naturaleza, como en otras ocasiones, sino que cámara en mano y maquillaje en el bolso grabaron las escenas de un nuevo cortometraje que, según pronostican, dará mucho de qué hablar.
Y seguro que no les falta razón, ya que con el trabajo videográfico anterior, un anuncio contra la violencia de género titulado "Post-It", llegaron a "arrasar" en las redes sociales, alcanzando más de 10.000 visualizaciones en cuatro días.
Ahora es el turno del corto titulado "No espello", hecho realidad gracias a un trabajo previo de Antía Rubirosa, una estudiante de segundo curso de ESO que en su día escribió uno de los relatos ganadores del concurso de historias de terror convocado por el Departamento de Normalización Lingüística del propio centro.
En aquel concurso, celebrado en octubre, el trabajo literario de Antía Rubirosa se impuso a una veintena de textos más, y convenció al jurado "por su originalidad y la manera de tratar el tema de la muerte, de una forma estrechamente relacionada con la cultura gallega".
Y es aquel texto lo que ahora se lleva a la pantalla a modo de cortometraje, con los también alumnos Carmen Prieto, Antía Besada, Martín Padín, Fran González y Brais Piñeiro como protagonistas principales, aunque sin desmerecer la participación de otros muchos estudiantes ni la colaboración de profesores y personal no docente que ejercen como figurantes en esta producción.
La playa de Area da Cruz, como queda dicho situada a las puertas del instituto, la cafetería As Bizocas, allí mismo, y el hotel Cons da Garda, también en San Vicente de O Grove, son algunas de las localizaciones elegidas para hacer realidad este corto subvencionado por la Secretaría Xeral de Política Lingüística que sirve para entretener a los alumnos, educarlos de una forma diferente y divertida, para mostrarles posibles ocupaciones profesionales de futuro y también para dar a conocer una vez más el importante trabajo que realiza la comunidad educativa de este centro.
Ni que decir tiene que los jóvenes que ahora participan en la grabación del corto lo hacen con la misma implicación e ilusión que cuando ellos mismos o sus compañeros realizan brillantes trabajos de química o matemáticas, por citar algunos ejemplos de lo mucho que se hace y se aprende en este instituto.
