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Música y concurso de chefs para despedir el curso

La Escuela de Música graduó a los alumnos de 7 años y el colegio San Francisco organizó una jornada de convivencia para niños y padres

Los niños tocaron el xilófono. // Iñaki Abella

El colegio San Francisco puso a prueba las dotes culinarias de sus alumnos con un concurso de chefs que dejó sorprendido incluso al ganador de una estrella Michelín Yayo Daporta. Ejerció de jurado junto a Carmen Lede, jefa de cocina del restaurante Plácido de Carril, y lo tuvieron muy difícil para elegir los mejores platos. Hubo empanadas y empanadillas elaboradas por los chicos de 1º y 2º de ESO; pinchos hechos por los estudiantes de 3º y 4º de Secundaria; meriendas a cargo de los más pequeños de Infantil; dulces por cortesía de los niños de 1º y 2º de Primaria; croquetas de los de 3º y 4º; y tortillas preparadas por los de 5º y 6º de Primaria.

Los escolares hicieron sus platos teniendo muy en cuenta las directrices de alimentación saludable que les habían dado en el colegio y seguro que recibiendo también alguna ayuda de sus padres. Ayer tarde en el Parque do Castriño fue el momento de degustar sus propias creaciones y las de sus compañeros. Se pusieron las botas. Y después se nombró a los ganadores. La empanada o empanadilla más deliciosa fue la de Cristina Vilela. El mejor pincho lo presentó el trío integrado por Carmen, Adriana y Nicolás. La tortilla más buena fue la de Rita Domínguez, la croqueta de Iovanni Casella, el dulce de Carolina Louzao y la merienda de Hugo Mariño.

Aunque la lluvia hizo acto de presencia, la jornada de convivencia entre padres e hijos, que comenzó con una eucaristía, fue de lo más divertida y provechosa.

Y de celebración estuvo también ayer la Escuela de Música Municipal. En la sala de conciertos del centro festejaron la graduación de los alumnos de 7 años de edad que completaron el ciclo de Música y Movimiento. Los niños tuvieron la oportunidad de lucirse ante sus familias con interpretaciones y coreografías en las que demostraron los conocimientos adquiridos durante el curso. Después recogieron, uno a uno, sus correspondientes diplomas que los acreditan como graduados. Al haber terminado este ciclo, los alumnos que lo deseen pueden continuar sus estudios en la Escuela de Música, eligiendo ya el instrumento que más les atraiga.

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