La Guardia Civil de Vilagarcía de Arousa, auxiliada por efectivos de Gardacostas de Galicia, procedió el miércoles a la detención de un vecino de esta localidad arousana que fue sorprendido cuando robada y causaba daños importantes en artes de pesca.

Se trataba, más concretamente, de los aparejos conocidos como trasmallos, que estaban calados en el entorno de las islas de Cortegada y Malveiras.

Fue precisamente tras la última de ellas donde trataba de esconderse en su embarcación el marinero sorprendido por las fuerzas del orden.

Más control en verano

En relación con este tipo de episodios, el furtivismo y la pesca ilegal, tanto la Guardia Civil como Gardacostas y Policía Autonómica van a intensificar los controles ahora que llega el verano y suelen aumentar dichas prácticas.

Especialmente intenso va a ser el seguimiento con especies en veda como el centollo, una de las preferidas para los furtivos y algunos restaurantes que no dudan en servirla a sus clientes.