Tras más de tres horas de reunión con los directivos del grupo Corporación Peñasanta, propietario de Larsa, los miembros del comité de empresa de la industria láctea vilagarciana salieron muy decepcionados porque no se ha puesto sobre la mesa un compromiso de futuro de esta planta. Los 3,2 millones de euros de inversión solo son para mejorar las instalaciones de la línea de quesos y hacer obras de mantenimiento. Lo único que ha cambiado es que mientras se realicen estas obras se darán vacaciones a los trabajadores, en lugar del ERE que se había anunciado en un primer momento.

Los delegados del personal estudiarán ahora la nueva propuesta con sus asesores sindicales y convocarán a la mayor brevedad posible una asamblea de trabajadores para decidir si se acepta este proyecto o continúan con el conflicto laboral.

Los directivos de Corporación Peñasanta, Capsa, desplazados desde Asturias a Vilagarcía para reunirse con el alcalde de Vilagarcía, por la mañana, y con el comité de empresa por la tarde, fueron el director industrial, José Manuel Flórez; el director de Recursos Humanos, Andrés Vea y el responsable de los Servicios Jurídicos, Manuel Morales.

El argumento expuesto a los representantes de los trabajadores es que Capsa apuesta por la fábrica de Vilagarcía y por el mantenimiento de los empleos fijos, ya que proyecta invertir 3,2 millones de euros en esta planta.

Esta partida económica, según el proyecto presentado, tiene como fin trabajar en dos cubas cerradas para queso, la adquisición de una nueva lavadora de moldes porque la actual presenta deficiencias por los años; reformas en las cámaras de conservación de los quesos, y también la acometida de una depuradora de aguas.

Estas obras, que la empresa pretende realizar a partir del mes de octubre, fecha en que se produce una bajada en la producción de leche, obligarán al cierre durante cuatro meses de la línea de producción de quesos. Los trabajadores afectados ya no tendrán que ir al paro como se planteaba en un principio mediante un expediente de regulación de empleo, ERE, temporal. Ahora Capsa pretende solventarlo mediante un sistema de vacaciones mejoradas.

De todos modos la planta de Vilagarcía no parará del todo porque continuará trabajando la línea de yogures que es la que está creciendo en producción en los últimos años. La idea es que, al acabarse las vacaciones, trabajadores del área de quesos pasen a realizar yogures, alternando los descansos vacacionales.

La empresa garantiza, al menos por ahora, el mantenimiento de los 70 empleos fijos en Larsa y también compromete la producción de 4.000 toneladas de queso de barra que permitirán conservar esta plantilla, pero sigue insistiendo en externalizar los quesos gallegos que tanta fama han dado a este grupo empresarial, además de numerosos premios, como el caso del queso tetilla. Su argumento es que ahora no resulta rentable fabricarlos en la planta de Vilagarcía.

Sin los quesos gallegos, y sin la perspectiva de una nueva línea de producción, los representantes de los trabajadores temen que en unos años se plantee una reducción de plantilla en Larsa, algo que quieren evitar, pero la empresa se muestra firme en los cambios previstos en las producciones.

Los quesos gallegos, de momento se están elaborando en la fábrica de Vilagarcía pero, si no hay un aumento en la demanda, Capsa contratará su producción a otra firma porque lo que sí está claro es que la marca Larsa continuará ofreciendo la gama de productos que tiene en el mercado.