María José Vales Martínez, edil socialista de Vilanova de Arousa, lleva años denunciando en cada uno de los plenos del municipio la situación en la que se encuentra la regulación semafórica de uno de los cruces más complicados y peligrosos de la comarca, el de San Miguel de Deiro. En ese punto de la PO-549, una de las que soporta mayor tráfico en la comarca, coinciden hasta otros tres viales, regulados todos ellos por un sistema semafórico que "tiene un gran número de deficiencias y que ya ha provocado más de un problema, de momento no grave, pero que debe ser solucionado cuanto antes".

Ese problema es que no existe la coordinación adecuada entre los cinco semáforos que regulan ese cruce, llegando a encontrarse de frente dos vehículos que salen de puntos diferentes, y ambos en verde. Vales es una de las personas que mejor conoce ese cruce, ya que "paso como unas cuatro o cinco veces al día, saliendo desde Viñagrande, punto desde el que no ves el resto de los vehículos, por lo que cuando alcanzas la carretera general te puedes encontrar cualquier tipo de sorpresa". De hecho, se las ha encontrado en más de una ocasión, evitando el accidente por muy poco, y es consciente de que hay vecinos suyos de la parroquia de San Miguel de Deiro que han optado por buscar rutas alternativas, aunque les suponga recorrer un mayor número de kilómetros, con tal de evitar atravesar el cruce.

Pese a que ha presentado, una y otra vez, preguntas y mociones en sesión plenaria para que se inste a la Xunta a revisar la regulación semafórica de este cruce, solo se ha encontrado con buenas palabras pero que "no sirven para solucionar un problema que pueda acabar provocando un accidente grave". La situación comenzó con la realización de las obras de humanización de ese entorno. "Desde que se finalizaron, los semáforos no se ajustan a una pauta de funcionamiento y es cuando comenzaron los problemas", explica. Esos problemas han ido a mayores desde que uno de los semáforos del cruce, el de la vía que conduce a San Roque do Monte, permanece en ámbar sin que los vehículos tengan la suficiente visibilidad para aventurarse en la PO-549.

Insta a la Xunta a solventar, lo antes posible esta situación, porque a la gran cantidad de vehículos que atraviesan la PO-549 por ese punto se suman los de los vecinos de San Miguel de Deiro, una de las parroquias más pobladas del municipio.