El alcalde reconoció ayer que Vilagarcía tiene un suspenso en accesibilidad y se comprometió a visitar el instituto Castro Alobre para hablar con los alumnos que realizaron un estudio pormenorizado sobre los obstáculos que encuentran todos los días las personas con discapacidad. El trabajo se completó con el recorrido por parte de cuatro alumnos en silla de ruedas por distintos puntos del casco urbano.

"Conscientes de que Vilagarcía tiene un suspenso en accesibilidad, reservamos una partida en los Presupuestos de este año para acometer mejoras en este ámbito, comenzando por los edificios municipales. Me reúno con vecinos que piden ensanchar aceras en algunas vías, como la de Cornazo, que no son de titularidad municipal. Tenemos que ponernos a la tarea todas las administraciones para conseguir mayor accesibilidad. Apostamos por un modelo de ciudad más sostenible", declaró Alberto Varela.

En cuanto al semáforo al que se le quitó el sonido, perjudicando a un chico ciego de la zona, el alcalde expuso que volverá a revisarse, ya que se había eliminado a petición de unos vecinos que se quejaron del ruido.