Surgió casi de la nada, cuando pocos podrían pensar que la gimnasia rítmica iba a tener cabida en un mundo de fútbol y baloncesto, y mucho menos en un municipio donde hay numerosos deportes minoritarios con fuerte presencia o en crecimiento, como el remo, el balonmano e incluso el fútbol gaélico y el tiro con arco. Pero no solo salió adelante, sino que desde su creación hace solo dos años ha cosechado ya importantes éxitos a nivel provincial y autonómico.

Se trata del Club Biqueira, donde "gracias al trabajo, esfuerzo y sacrificio de todas las niñas y su entrenadora" han conseguido resultados que incluso pueden tildarse de espectaculares, "subiéndose al pódio en todos los campeonatos".

Pero no solo destaca por su papel en competición, sino que en este club, cuya meta es "que las niñas disfruten y se lo pasen bien haciendo algo que les guste", también pueden presumir de sus escuelas deportivas, convertidas en la "cantera oficial" de la entidad. Es ahí "donde se forman las niñas y niños para poder disfrutar de un deporte como la gimnasia rítmica y preparar a las gimnastas que tengan condiciones para poder salir a competir".

Dicho esto, y tras insistir en que la competición no es lo prioritario, no cabe duda de que en el mundo del deporte los resultados siempre están presentes, de ahí que quizás sea aconsejable destacar algunos de los logros obtenidos por esta entidad en el presente ejercicio.

A modo de ejemplo, el club Biqueira, que agradece la colaboración del Concello -colocó un tapiz en el pabellón para facilitar los entrenamientos-, situó a Naila Muñiz (prebenjamín base) como campeona gallega y finalista en el nacional, mientras que el conjunto infantil se estrenó con victoria en Ferrol, además de quedar tercero en Santiago, donde Mariña Alonso y Claudia Rodríguez quedaron primeras en sus categorías.

Junto a ellas, otras gimnastas como Mariña Muñiz, Selma Otero, Sofía Otero, Gisela Otero y otras muchas jóvenes mecas integradas en diferentes equipos y categorías del Club Biqueira no solo lograron títulos destacados, para satisfacción personal, de sus familias y de la entidad, sino que pasearon con orgullo el nombre de O Grove por toda Galicia. Y lo mejor está por llegar.