Los vendedores de la plaza de abastos de O Grove, cuya asociación preside desde hace unas semanas David Bea Lores, transmitieron al Concello sus principales reivindicaciones y aquello que consideran prioritario para tratar de revitalizar las instalaciones.

Se reunieron en la noche del martes con la concejala Emma Torres, quien precisamente les había citado para conocer sus inquietudes, después de que en una reunión anterior los animara a ponerse de acuerdo en sus demandas.

Y puede decirse que la mejora de los aseos y el pintado interior del edificio son las principales solicitudes puestas sobre la mesa y susceptibles de ser abordadas a corto plazo, aunque hay otras peticiones que habrá que estudiar e incluso algunas que deben ser canalizadas a través de otras administraciones públicas, como puede ser la pretendida supresión del helipuerto situado tras el mercado y usado en casos de emergencia, pues anula una buena cantidad de plazas de estacionamiento.

Emma Torres señala que la reunión fue "muy positiva" y explica que "la Xunta ya no va a conceder subvenciones para obras, sino para planes o programas de dinamización y promoción, por lo que tendremos que ser nosotros, con fondos municipales, los que afrontemos las reformas precisas, en la medida de nuestras posibilidades".

De este modo "lo primero que vamos a tratar de atender es el pintado interior del edificio, que parece la principal preocupación de los vendedores del mercado". Y a continuación se verán otras opciones, incluso pensando en introducir "algún espacio nuevo en el que aportar a los clientes algún negocio diferente a los ya existentes".

Limpieza e imagen

David Bea Lores, de Mariscos A Meca y que sustituyó recientemente a Blanca Cao como presidente de la asociación de placeros, señala que "lo que más nos importa y preocupa es el aspecto de la limpieza, pues aunque la plaza no está sucia, tampoco aparenta estar limpia, de ahí que pidamos el repintado de todo el interior, para cambiar el viejo y deteriorado color salmón por un tono blanco, que dará mayor sensación de limpieza y amplitud".

Junto a esto se demanda "una remodelación de los baños públicos del edificio y que se garantice una limpieza continuada de estas instalaciones que usa todo el mundo, incluida la gente que no compra en la plaza".

El propio David Bea señala que una de las demandas expuestas, aunque esta puede ir para largo, puesto que no existe acuerdo entre todos los vendedores, es abrir puestos de venta al exterior.

Hacia los soportales

Esto significa que los situados dentro de la plaza que están pegados a sus paredes podrían cambiar de orientación, mirando hacia los soportales de la plaza. E incluso se habló de que serían los propios concesionarios los que se harían cargo de los gastos derivados de esta transformación estructural.

Esto supondría romper las paredes existentes y, según los partidarios de la medida, daría mayor luminosidad al mercado municipal de abastos, pero sobre todo haría que desde la calle pudiera verse con facilidad lo mucho que pueden ofrecer estas instalaciones, atrayendo nuevos clientes.

Detractores

Aunque los detractores de esta acción consideran que si hay puestos abiertos hacia la calle, bajo los citados soportales, los consumidores solo comprarán ahí y los que se queden dentro del mercado perderán ingresos.

En cuanto a la posibilidad de introducir nuevos productos, David Bea Lores reconoce que se habló de ello en la reunión y que se plantea "permitir que se introduzca gente que quiera innovar o jóvenes que tengan algún proyecto que desarrollar, siempre tratando de ofertar algún artículo que constituya un valor añadido para lo que ya ofrecemos habitualmente".

Respecto al helipuerto antes aludido, habilitado por Portos de Galicia, como ente responsable de la zona que ocupa, los vendedores de la plaza consideran que inutiliza una gran superficie y que la zona de aterrizaje del helicóptero de emergencias apenas se utiliza.¨ Lo que plantean es que se retire del lugar y se vuelva a permitir el estacionamiento de vehículos, "ya que estamos muy necesitados de lugares en los que aparcar, sobre todo los viernes, cuando hay mercadillo ambulante, y durante todo el verano".

En este caso, como es lógico, la petición de los vendedores tendrá que ser transmitida a la Xunta por el Concello.