El gobierno socialista de O Grove, dirigido por José Cacabelos, tiene ocho ediles en una corporación de 17. Está en minoría, pero intenta sacar adelante asuntos tan trascendentales como el presupuesto municipal o modificaciones de crédito como la planteada al pleno el lunes. Aunque de momento solo está encontrando respuestas negativas y una oposición más unida que nunca para "pararle los pies".

El regidor incide en que PP, BNG, EU y Partido Galeguista Demócrata (PGD) se unen en la oposición solo para aplicar la política del "no por el no" y zancadillear al ejecutivo, pero los opositores se defienden diciendo que "es imposible apoyar nada a un alcalde que actúa con prepotencia y arrogancia".

Esto, dicho de otro modo, significa que "si se hubiera prestado a pactar algunas partidas presupuestarias o se brindara a negociar las condiciones de la modificación de crédito podría encontrar algún apoyo para sacar adelante ambos asuntos, pero no lo hace porque piensa que en la oposición solo estamos para reírle las gracias y que puede hacer cuanto le venga en gana solo por su cara bonita".

Así puede resumirse el tenso debate de dos horas de duración en torno a la modificación de crédito que el PSOE quiso "colar" el lunes y desató las bronca política de siempre.

En el PP resumen lo sucedido en el pleno, y su posicionamiento coincide con el de los demás grupos opositores, diciendo que "el punto estrella de los socialistas en el pleno era esa modificación de crédito, y no salió adelante por lo mismo que pasó con el presupuesto, es decir, por la falta de consenso y la actitud arrogante y prepotente que tiene el alcalde".

Con esa operación el ejecutivo pretendía disponer de dinero "para pagar salarios a los efectivos del servicio de Emergencias, pero que nadie se preocupe porque van a cobrar de todos modos, para comprar un camión y para hacer obras en las calles Castelao y Luis Seoane". Sostienen los opositores que "incluso podemos estar de acuerdo en esas acciones, pero como Cacabelos no quiere dialogar con nadie insiste en tratar de imponer su criterio, de ahí que todos votáramos en contra y frenáramos la operación".

A esto añaden en el PP que "hay un remanente de tesorería tras la liquidación del presupuesto del año pasado, que arrojó un superávit de 1,5 millones, por lo que es posible disponer de 400.000 euros para inversiones". En este caso el gobierno "pretendía aplicar 328.000 en dichas obras, pero le votamos en contra porque no puede hacer lo que le da la gana", insisten.

Es por ello que desde la oposición "coincidimos en pedir al alcalde que se baje del pedestal en el que está subido y se siente a hablar y negociar, porque no es razonable que vaya a una modificación de crédito sin consultar a nadie y sin argumentos sólidos, pues pretendía destinar 150.000 euros a la calle Castelao y resulta que ni siquiera presenta un proyecto para ello".

Es por todo ello que los grupos de la oposición espetan al primer edil que "esto no es una cuestión de buena fe, y mucho menos ahora que absolutamente ninguno se fía de él, por eso le propusimos sentarnos a discutir entre todos".

Saben que "esto sirve a Cacabelos para recurrir a su discurso de la gran coalición de la oposición para decir que no a todo, pero lo que sucede es que no vamos a tragar con lo que él trata de imponernos".