La zona portuaria de Pontecesures es motivo de queja política permanente desde hace muchos años. Al igual que se convierte en motivo de debate electoral cada vez que se anuncian mejoras que nunca llegan. Y ahora que la localidad tiene nuevo alcalde, el conservador Juan Manuel Vidal Seage, la humanización de la fachada fluvial vuelve a estar sobre la mesa, aunque los grupos de la oposición dicen estar cansados de tanta promesa y exigen realidades.
Viene esto a cuento de la reunión mantenida hace unas semanas por el propio regidor con el presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán Hermida. Dice el primer edil que le entregó un dossier con las peticiones del Concello para adecentar de una vez por todas el puerto de esta villa ribereña, y lógicamente confía en que sus demandas sean atendidas.
Pero en la oposición municipal siguen sin creérselo, y tanto BNG como PSOE argumentan que están cansados de hacer peticiones a la Xunta sin que estas sean atendidas.
Roque Araújo, el portavoz socialista, va incluso más lejos y asegura que lo que ahora reclama Vidal Seage "es incluso menos que lo que nosotros reivindicamos hasta la fecha", a lo que Cecilia Tarela, portavoz nacionalista, apostilla que las peticiones formuladas por el actual alcalde ya las hizo ella hasta en tres ocasiones antes de que le presentaran la moción de censura.
"Que se dejen de promesas y actúen de una vez", proclama Tarela, mientras que Araújo se inclina por pensar que "se está haciendo un uso partidista de las instituciones públicas".
Tenga quién tenga razón, discusiones políticas al margen, de lo que nadie parece dudar es de que la zona portuaria de Pontecesures necesita un profundo acondicionamiento, y en ello han coincidido todos los partidos en los últimos años, aunque se intercambiaran los papeles entre gobierno y oposición.
La suciedad, la deficiente iluminación, la acumulación de residuos -a veces incluso a instancias del propio Concello o por su pasotismo-, las malas condiciones del firme o los problemas en las rampas y pantalanes son algunas de las cuestiones a revisar y mejorar en este espacio que es el escaparate de la villa y que no solo presta servicio a pescadores y deportistas, sino que es parte crucial de la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla.
Todo esto iba a convertirse casi en "oro" hace unos años, cuando anteriores responsables de Portos llegaron a anunciar un macroproyecto que iba a ser la envidia no solo de los puertos fluviales del Ulla, sino de muchos muelles arousanos. Pero aquello, como se lamentó en múltiples ocasiones, se quedó en papel mojado.
