Los trabajadores de urgencias del Hospital Comarcal do Salnés pudieron comprobar ayer la amplitud de las nuevas instalaciones del servicio, a las que se trasladarán mañana, según las previsiones de la dirección expresadas a los representantes del personal. La atención a los pacientes no se interrumpirá en ningún momento porque el proceso se realizará por etapas.

La directora de Enfermería fue la encargada de explicar al personal de urgencias, a primera hora de la mañana de ayer, el plano de distribución del edificio que acogerá este servicio. Tras analizar sobre el papel el reparto de espacios, se trasladaron a las nuevas instalaciones que deslumbraron a los trabajadores.

Se trata de una edificación grande y luminosa, bien dimensionada que no solo mejorará las condiciones de trabajo del equipo de urgencias, sino que será especialmente apreciado por los usuarios. Las personas que demanden asistencia sanitaria urgente en O Salnés estarán ubicadas en boxes amplios que aportarán al paciente una mayor intimidad.

En cuanto al plan de traslado, si no se produce ningún escollo en las próximas horas, la idea es comenzar mañana el cambio del servicio. Será desde primera hora, desde el cambio de turno que, para el personal de enfermería se establece a partir de las ocho de la mañana. El servicio asistencial continuará operativo durante toda la jornada, a pesar de la mudanza, porque ésta se realizará por etapas.

En primer lugar se trasladarán las camas de observación; se continuará por los boxes; el triaje y, por último las consultas rápidas, que no requieran un mayor tiempo de estancia en urgencias.

El cambio gradual permitirá simultanear durante la jornada la asistencia en ambos edificios hasta que todo el servicio quede en el edificio nuevo ubicado en un lateral del actual.

Los trabajadores señalan que los primeros días en este nuevo edificio serán de rodaje, para ir familiarizándose con los nuevos espacios, que en general satisfacen a todos.

El nuevo edificio de urgencias cuenta con un acceso propio por el lateral del centro hospitalario con una marquesina metálica formada por perfiles laminados para que ambulancias y vehículos puedan dejar a los pacientes en una zona protegida de las inclemencias meteorológicas.

Los usuarios se encontrarán con un vestíbulo amplio en el que está la recepción, desde donde serán derivados a las áreas de urgencias pediátricas o generales, ya que una de las novedades del servicio radica en que estarán separadas las asistencias a niños y a adultos.

Al disponer de una zona específica para urgencias pediátricas, con triaje propio, dos consultas, una sala de observación con dos camas y una sala de espera propia, los niños estarán en mejores condiciones.

Al otro lado de la recepción está el bloque de urgencias generales con dos boxes especiales para asistencias vitales. Hay zonas de triaje, una amplia sala de espera y diez boxes de buen tamaño que triplican la superficie de los actuales. También hay sala para los pacientes atendidos que están recibiendo tratamiento o que esperan los resultados de las pruebas; además de un sector con camas de observación y dos habitaciones para pacientes en observación que necesiten aislamiento. Se completa el edificio con consultas, sala de yesos y sala de médicos. El nuevo bloque de urgencias cuenta con una superficie de casi 1.500 metros cuadrados.

Los triajes diferenciados, los nuevos controles de enfermería y los nuevos espacios necesitan también de una mayor dotación de personal. La gerencia del área integrada ha optado por la contratación de seis personas en el área de enfermería (entre auxiliares y enfermeras), así como tres celadores más para reforzar en los turnos de mañana y tarde. De momento no se plantea la contratación de personal facultativo, debido a que se espera el mismo número de urgencias.