Si bien los trabajadores de urgencias se muestran muy contentos por la amplitud y luminosidad del nuevo edificio, existen algunos errores en el diseño que esperan que con el tiempo puedan corregirse. Uno de ellos se refiere al sistema de puertas en los boxes de emergencia vital. La apertura de las mismas se realiza mediante un pestillo, pero el arquitecto no tuvo en cuenta que en estas zonas de urgencia vital los segundos son importantísimos y el personal no va a perder el tiempo buscando manijas cuando tiene a un paciente muy grave. Lo lógico, en estos boxes, es que se optara por una puerta de apertura automática, o la versión más económica que son puertas abatibles.

Otro de los cambios que no gustan al personal es la zona destinada a triajes. Actualmente está ubicada en la entrada, frente a la sala de espera y en el nuevo edificio el usuario tiene que introducirse en un área en la que ya se está con la atención de los pacientes y después retroceder hacia la sala de espera.