Hace ya más de mes y medio que un rayo destrozó el campanario de la iglesia de San Martiño de Meis, y el templo sigue cerrado. Pero la situación ha empeorado ligeramente, pues tras el accidente las filtraciones de agua al interior de la iglesia han empeorado. El cura responsable de esta parroquia, Ramón Vázquez, señala que no hay que alarmarse, puesto que la entrada de agua se localiza en una esquina del templo y en un principio solo afectaría parcialmente a la tribuna. No obstante, confía en que la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia autorice la obra de reconstrucción de la torre más pronto que tarde, y que eso permita terminar de una vez por todas con las filtraciones de agua.

La parroquia de San Martiño de Meis ya tenía un proyecto para la reforma del campanario, pues hacía años que este les estaba dando problemas. De hecho, ya había filtraciones de agua. No obstante, este problema se agravó tras la caída del rayo, a mediados de abril. Ese día, los bomberos tuvieron que tirar a mayores parte de la estructura para evitar el riesgo de derrumbe y la apertura del boquete ha propiciado que entre más agua.

El alcalde de Meis, José Luis Pérez apunta por su parte que el Ayuntamiento ya ha enviado un informe a Patrimonio indicando que la reparación del campanario es urgente, y pues según el técnico municipal en su situación actual existe riesgo de derrumbe. "Después de lo que pasó nada nos garantiza que si viene un día de mucha lluvia o de mucho viento la torre no se pueda dañar más. Lo más urgente es poner los andamios y asegurar la estructura. Lo demás ya se irá viendo". El regidor explica que el consejo pastoral de la parroquia decidió en una reunión seguir con el proyecto completo de restauración del campanario, pero aduce que "Patrimonio puede tardar varios meses en dar el permiso para un proyecto tan complejo, y lo que necesitamos nosotros ahora es actuar, garantizar que el campanario no se caiga". Por ello, y aún comprendiendo los deseos de los vecinos de llevar a cabo una reforma más profunda, considera que en estos momentos hay que aparcar el proyecto completo y apostar por una actuación urgente de consolidación.

José Luis Pérez añade que "a partir del momento en que no haya peligro ni para la celebración del culto ni para el transito para los viales del entorno se podrá empezar a valorar la reforma integral". Entre tanto, la catequesis se imparte en la casa rectoral de San Martiño, y los vecinos acuden a misa o a las demás celebraciones en San Salvador, Barrantes o Armenteira.