El Ayuntamiento de Vilagarcía firmó un convenio con Corporación Peñasanta en 2012 que daba a entender que la empresa hacía una apuesta firme por Vilagarcía.

Pero todo aquello ha quedado ahora en humo a pesar de las facilidades con que nació una iniciativa que beneficiaba a la empresa y a la ciudad a partes iguales.

Aquel acuerdo pasaba por recalificar los terrenos de Os Martices de modo que se permitía una ampliación de la fábrica sin afectar a los elementos catalogados por Patrimonio y que son intocables, como la casona, la capilla, un cruceiro o la emblemática chimenea.

Aquel convenio lleva tres años parado pero todavía está vivo. Es precisamente el arma con la que cuenta el Ayuntamiento para presionar ahora a la empresa.

Así lo manifestó el alcalde, Alberto Varela quien advierte a la firma que podría dejar en suspenso aquel convenio en el caso de que se lleven a cabo planes que vayan en detrimento de los puestos de trabajo.

Varela mantuvo el pasado jueves una reunión con los representantes del comité de empresa y ya se ha dirigido a la dirección para hablar de sus proyectos.