Los poliquetos, esos gusanos de mar popularmente conocidos como miñocas, constituyen una fuente de ingresos extra para los mariscadores. Ese es, precisamente, el objetivo perseguido con los planes específicos de explotación marisquera desarrollados desde hace años en Galicia, donde la producción de estos bichos se consolida en torno a las cinco toneladas vendidas en lonja, como sucedió el año pasado.

De este modo fue posible obtener casi 250.000 euros, mientras que en 2014 habían sido 240.000 euros por una cantidad de producto similar. Y esta cifras son básicamente las mismas que se habían registrado en 2013, 2012, 2011 y ejercicios anteriores.

No cabe duda de que se trata de un trabajo laborioso y de una actividad a la que todavía queda por delante un largo recorrido desde el punto de vista organizativo, pero no es menos cierto que cada vez se conceden más permisos de explotación.

La semana pasada, sin ir más lejos, la Consellería do Mar abrió el proceso para entregar nueve autorizaciones más con el propósito de intensificar la recogida a pie de poliquetos en el ámbito de influencia de la Confraría de Pescadores San Martiño, es decir, O Grove, Cambados, Meaño y Sanxenxo.

A medida que aumente el número de permisos podrá incrementarse la venta en lonja de estos gusanos, tanto si se trata de la variedad gavilán (Lumbrineris impatiens), que con tres toneladas y 209.000 euros ingresados volvió a ser el año pasado la especie más importante, como si se captura y comercializa miñoca de tubo (Diopatra neapolitana), que se quedó en 1,3 toneladas (30.000 euros).

Hay otras dos especies comercializables, aunque con valores testimoniales, como son la miñoca propiamente dicha, es decir, la especie Hediste diversicolor, que el año pasado se quedó en 28 kilos (584 euros), y la miñoca de arena (Arenicola marina), con 309 kilos y 10.000 euros en lonja durante el ejercicio 2015.

Del balance global en poder de la Plataforma Pesca de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, se desprende que de la explotación de tales especies se beneficiaron especialmente lonjas como Malpica y A Coruña, con 80.000 y 48.000 euros ingresados, respectivamente.

Pero la venta de esos poliquetos que usan los pescadores deportivos en su acción diaria también se hizo notar en Porto do Son, donde obtuvieron 21.000 euros, y en las lonjas de Portonovo, Redondela y Muros, con unos ingresos en cada caso cercanos a los 20.000 euros.

En cuanto a las lonjas arousanas, Cambados rondó los 10.000 euros tras vender en 2015 un total de 331 kilos de poliquetos; Vilanova se quedó en 870 euros, tras despachar 34 kilos; y O Grove se acercó a los 6.000 euros, en este caso con la subasta de 139 kilogramos de estos gusanos que marcaron un precio máximo de 80 euros por kilo, que es la mitad de lo cotizado como tope en Porto do Son y se queda muy lejos de los 270 euros que se marcaron en Muros.

Estos resultados pueden mejorar ahora que la Consellería do Mar aumenta el número de permisos de explotación en la lonja meca, donde ya había otras nueve autorizaciones para mariscadores de a pie.

Artes y zonas

El plan de explotación de poliquetos para esta cofradía permite emplear artes como el sacho, la y la forquita durante 180 días del año para extraer un máximo de 400 individuos diarios por cada mariscador en el caso de la miñoca de arena, junto a 400 kilos más de las otras tres especies de gusano de mar disponibles.

El trabajo se realiza en Meloxo, desde el puerto hacia la playa Lavandeira; en Ardia, entre Punta Antarde y As Morrasas; y en Vilalonga, Dena y Castrelo.

Se admiten como zonas de trabajo las que van desde Punta Fianteira a Punta de Couto de Abaixo, de Punta Faxilda a Punta Colmado, Punta San Vicente, puerto deportivo de Pedras Negras y entre Con do Cavernal y Punta das Pozas.

También tienen autorización para extraer poliquetos a pie 24 mariscadores de Cambados, con otros 180 días de actividad. Puede desarrollarse en las zonas conocidas como Saco de Fefiñáns, el pantalán, Fefiñáns, O Varal, Bebedeiro, Medio do Sarrido, Illeira y desde Punta Tragove a Rego do Alcalde.

En Vilanova el permiso es para buceo en apnea, con cuatro embarcaciones y otros tantos submarinistas autorizados. Tienen 108 días y un tope de 500 unidades de miñoca de tubo que pueden recoger en As Sinas, Con Grande, Carballas y Negrenlas.