"Tocar estas piezas es un poco mágico", decía la presidenta de la Diputación mientras atendía a las explicaciones de Diego Piay. Tanto Carmela Silva como el alcalde se mostraron dispuestos a continuar las investigaciones en el Castro Alobre con nuevas campañas de excavación. "Recuperar y conservar el patrimonio de nuestros antepasados es una obligación moral que tenemos tanto con esta generación como con las futuras. Solo gente irresponsable se quedaría satisfecho con los trabajos hechos hasta el momento", dijo Silva, que se comprometió a "no quedarnos de brazos cruzados" y a instar tanto a la Xunta como al Gobierno central a apoyar nuevas prospecciones en el castro vilagarciano. "Lo recuperado hasta ahora es una muestra muy menor" de todo lo que puede esconderse bajo las dos hectáreas que rodean el yacimiento, por lo que "las administraciones estamos obligadas a hablar para seguir intentando analizar y estudiar este castro", que "a nivel turístico es de una potencialidad extraordinaria. Es un recurso para que la gente venga a conocernos, sepa quienes fuimos y entienda quienes somos". Para la mandataria provincial todo lo que "se está descubriendo aquí es apasionante y toda una sorpresa".

Alberto Varela, por su parte, afirmó que "tenemos la obligación de difundir" el Castro Alobre, "no solo como atractivo turístico, sino también a nivel didáctico, para que todos los vilagarcianos conozcamos cuales son los orígenes de la ciudad y cuales fueron sus primeros vecinos. Tenemos que valorar lo que tenemos en Vilagarcía". Así, tal y como se había comprometido instantes antes Carmela Silva, el alcalde dijo que "seguiremos seguro con las excavaciones en un futuro" y puso esta actuación arqueológica como "ejemplo" de colaboración entre administraciones.