Cansados de aguardar una respuesta positiva del Ministerio de Fomento, en A Illa se han puesto a trabajar para buscar otras vías de financiación que permitan rehabilitar las dos viviendas modernistas situadas en la calle Marqués de Bradomín. Las viviendas, conocidas como de O Campaneiro y Dona Tomasa, se encuentran en un pésimo estado de conservación, deteriorándose con los constantes temporales, cuando ya debían haberse convertido en un centro social para la tercera edad y en una biblioteca.
El propio regidor de A Illa, Carlos Iglesias, reconoce que "estamos trabajando en buscar nuevas vías de financiación que permitan la recuperación de estas viviendas, que son un auténtico referente en el municipio, tanto por su valor arquitectónico, como por su carga histórica, ya que son el exponente de la importancia que tuvo en este municipio la conserva".
Entre esas vías en las que se está trabajando destaca el contacto mantenido con la Diputación de Pontevedra, que "está mediando, tanto a nivel autonómico como estatal para que se habilite algún tipo de ayuda que nos permita sacar adelante unas obras que son muy demandadas por los colectivos sociales y culturales del municipio".
Insiste Iglesias en que "este debe ser el mandato en el que se van a rehabilitar esas viviendas, ya que no podemos permitir que continúen con el proceso de deterioro que están sufriendo desde hace años".
Las viviendas de O Campaneiro y Dona Tomasa fueron adquiridas por el Concello de A Illa por poco más de 400.000 euros en el año 2010 y su rehabilitación estaba tasada en 1,2 millones de euros. En un primer momento, el Ministerio de Fomento, bajo el mando del socialista José Blanco, se comprometió a rehabilitar las viviendas, incluyéndolas dentro de un programa de inversiones para edificaciones con un alto contenido histórico. Sin embargo, la llegada de Ana Pastor al departamento congeló por completo esa opción, pese a que el Concello mantuvo varios encuentros con la ministra.
Desde su adquisición, las viviendas han sufrido un profundo deterioro, no solo por el paso del tiempo, sino por los ocasionales "okupas" que han "asaltado" su interior en los últimos años, entre ellos un ladrón que escondía sus botines en el interior de las viviendas. Esos actos, llevaron al Concello de A Illa a tapiar las dos viviendas, que languidecen a la espera de que se ponga en marcha el proyecto que para ellas diseñó el arquitecto Manuel Gallego Jorreto.
