"Bajo las colinas del monte Xesteiras, en las inmediaciones de la Capilla de la Salud, el ejército gallego, auxiliado por los campesinos del lugar, armados con sus rudimentarias armas y con más ganas que posibilidades, libraron una cruel batalla, cuerpo a cuerpo con las tropas napoleónicas invasoras. David contra Goliat, labradores contra soldados profesionales. Esta fue la esencia de la Batalla de Casal do Eirigo. A pesar de no alcanzar la victoria completa, los campesinos hicieron recular a los franceses, lo que supo a victoria". Esto es lo que cuenta la historia sobre la batalla de la Guerra de la Independencia librada en territorio valgués en 1809 y con este mismo relato comenzó ayer la recreación de aquel enfrentamiento con la participación de 350 figurantes entre vecinos, alarmas de Pontecaldelas, Pontesampaio y San Antoniño de Mos, los Xenerais do Ulla, colectivos caballares y asociaciones de Portas y Carracedo. Todo un ejercicio de dramatización por parte de los improvisados soldados, que tuvieron primero que jurar bandera ante el alcalde, echando a un lado la cobardía y comprometiéndose a defender la patria "hasta la última gota de sangre" sin que fuera obstáculo la intensa lluvia caída durante toda la tarde de ayer.

Una corona recordaba a los caídos en esta sangrienta batalla mientras salvas de artillería anunciaban el comienzo inminente de una recreación cada vez más cuidada en la que escenas introductorias presagian la llegada del ejército francés y la consiguiente acción bélica. Diez fusileros y dos cañones llevaron la voz cantante un combate desigual. Por cada paisano con poca formación pero mucho valor había varios franceses armados hasta los dientes. Hubo justicia poética y toda una lección de coraje por parte de las alarmas locales, que obligaron a los soldados galos entregar las armas entre gritos de "¡Viva Casal do Eirigo!".

La batalla, ficticia pero emocionante, fue el acto principal de una tarde pasada por agua. A punto estuvo de aplazarse la fiesta, pero el tesón de la organización y los participantes hizo que, finalmente, todo siguiera el curso previsto. Y ese reservaba también un espacio a la obra "Castromán", ganadora del concurso convocado "Guerra da Independencia en Valga" y representada por la Escuela Municipal de Teatro y un grupo de vecinos. El autor del texto, Ángel Montero Campos, recibió su premio de manos del alcalde antes de que la música hiciera acto de presencia con el grupo "A Bugalleira" de Saiar. El fin de fiesta fue una multitudinaria cena en la que se reunieron más de cuatrocientas personas para degustar mejillones, empanada y carne. El gran número de inscritos en el convite obligó a cambiar de emplazamiento ya que no cabían junto a la capilla.