El 21 de noviembre de 2015 el grovense Ramón García Mouriño, de 33 años, perdía la vida en un accidente de tráfico cuando su moto de gran cilindrada colisionaba por alcance con un todoterreno, en el barrio de Ardia. Seis meses después la familia quiere "limpiar su nombre", ya que muchos pudieron pensar inicialmente que el suceso se había producido por un exceso de velocidad o una imprudencia del propio piloto. No fue así, según confirma el informe técnico emitido por la Guardia Civil, que achaca el trágico suceso al vehículo de cuatro ruedas.

Básicamente el informe en poder de la familia dice que el coche se incorporó a la calzada cuando la motocicleta de Ramón García Mouriño se acercaba, sin darle tiempo a reaccionar, ya fuera frenando o esquivando al vehículo.

Hay que recordar que los hechos ocurrieron a las diez de la mañana en la carretera comarcal, en un tramo con características de travesía urbana y velocidad limitada a 50 kilómetros por hora. La moto de Ramón García Mouriño alcanzó por detrás al todoterreno y el piloto salió despedido, perdiendo la vida en el acto.

El vehículo de cuatro ruedas, un Ssangyong Rextonde matrícula 0127-FGH estaba conducido por un octogenario vecino de la zona, Manuel T.P., apenas sufrió una abolladura en la defensa trasera, ya que la moto impactó a la altura de la rueda de repuesto del todoterreno, que estaba colgada en el portón trasero y salió despedida tras el percance.

Manuel T.P. dio negativo en el control del alcoholemia y explicó a los testigos que se incorporó a la calzada porque, aunque vio de lejos a la moto, creyó que se encontraba a demasiada distancia y que le daría tiempo a salir a la carretera.

El informe emitido por la Guardia Civil concluye que "la causa principal o eficiente del accidente es la incorporación a la circulación incorrecta" de ese todoterreno.

Y añade: "El conductor de un vehículo parado o estacionado en una vía o procedente de las vías de acceso a ésta, de sus zonas de servicio o de una propiedad colindante, que pretenda incorporarse a la circulación deberá cerciorarse previamente, incluso siguiendo las indicaciones de otra persona en caso necesario, de que puede hacerlo sin peligro para los demás usuarios, cediendo el paso a otros vehículos -en este caso la moto- y teniendo en cuenta la posición, trayectoria y velocidad de estos".

Pero aún hay más, pues "siempre que un conductor salga a la vía de uso público por un camino exclusivamente privado, debe asegurarse previamente de que puede hacerlo sin peligro para nadie y efectuarlo a una velocidad que le permita detenerse en el acto, cediendo el paso a los vehículos que circulen por aquella, cualquiera que sea el sentido que lo haga".

Los equipos de atestados de la Guardia Civil advierten de que Manuel T.P. "antes de iniciar la maniobra de incorporación a la carretera PO-316 (A Lanzada-O Grove) a la altura del kilómetro 3,600, desde un camino exclusivamente privado, debería asegurarse de que podía realizar la maniobra sin peligro para cualquier vehículo que circulase por la vía preferente, teniendo en cuenta la posición (según su propia manifestación y bajo su percepción dice que ve a la motocicleta al pasar la curva), trayectoria y velocidad, debiendo abstenerse de realizar la incorporación al ver el vehículo del otro implicado", el joven piloto fallecido.