La Axencia Galega de Infraestructuras (AXI) descartó ayer realizar mejoras en la seguridad de la PO-300, especialmente en el tramo que se encuentra entre el polígono industrial de Sete Pías y el lugar de Cereixeira, en la parroquia de Oubiña. Así lo apuntó el director de este ente, Francisco Menéndez, en respuesta a una interpelación del Bloque Nacionalista Galego, asegurando que la Xunta ya ha reforzado el firme y la señalización en esa carretera.
Durante su intervención, Menéndez recordó que su departamento optimizó la señalización vertical al balizar el tramo entre los puntos kilométricos 8+400 y 8+900. Esa mejora consistió en la instalación de paneles direccionales, con el objetivo de mejorar la percepción de las curvas, además de instalar señales de "Stop" en todos los caminos municipales que desembocan en ese vial. A mayores, también se han modificado los salvacunetas de modo que, en caso de salidas de vía, no existan obstáculos con los que colisionar y se ha extendido una capa de microaglomerado en frío en todo el tramo, para mejorar la adherencia del pavimento.
Por parte del BNG, las explicaciones no resultaron satisfactorias, sobre todo si se tiene en cuenta que "las medidas tomadas no son suficientes para evitar la proliferación de accidentes en esa zona". No en vano, en lo que va de año, se han registrado dos siniestros en esa zona, que se suman a otros 24 en los últimos tres años, en los que se registró una fallecida. En el mismo punto de ese accidente mortal, ya se había registrado el fallecimiento de un motorista en 2011.
Montserrat Prado, diputada nacionalista, reclama a la Xunta que se tengan en cuenta las reivindicaciones que se vienen realizando desde la asociación de vecinos de Oubiña desde hace mucho tiempo para mejorar ese tramo de concentración de accidentes y mantener un encuentro con ellos
