El Partido Popular reunió ayer en el Auditorio de Vilagarcia a representantes de la hostelería local para pulsar su opinión sobre la nueva ordenanza de terrazas que el gobierno socialista quiere aprobar en el Pleno de la próxima semana. Alrededor de media docena de hosteleros acudieron al comienzo del encuentro, si bien el PP asegura que, más tarde, se reunieron entorno a quince propietarios de locales de las zonas de O Castro, Castelao, Catro Rúas y Baldosa. Tomás Fole, portavoz popular, explica que los asistentes "coinciden en que esta nueva normativa no es ni necesaria ni lógica, sobre todo porque es mucho más restrictiva que la actual", que data de 2012 y fue aprobada durante el mandato del propio Fole. Según dice, "los puntos que más críticas suscitan entre los desinformados hosteleros son la eliminación de los 60.000 euros que había dejado previstos el PP, ya que no se podrán beneficiar de esa línea de ayudas; los toldos laterales, especialmente en algunas zonas; la zonificación exigida, ya que las diferentes calles encierran necesidades propias y la instauración de normas globales puede perjudicar al sector; el cambio de criterio del alcalde, que ahora quiere multar lo que antes permitió; y los horarios de cierre, que suponen un auténtico toque de queda y un duro golpe para los intereses económicos de los hosteleros", asegura Fole.

Conciliar ocio con descanso

A los horarios se refirió el alcalde, Alberto Varela, la semana pasada, reconociendo que hay algunas "discrepancias" con el sector, pero insistiendo en que el rendimiento económico de los locales debe ser compatible con la ciudadanía y su derecho al descanso. Hizo hincapié en que "las calles son espacios públicos de todos y no son una extensión del negocio, sino una concesión que los ciudadanos de Vilagarcía le hacen a los establecimientos durante unas horas del día determinadas".

Explicaba también el regidor que su equipo ya ha mantenido "varias" reuniones con la asociación Ahituvi, pero el PP le reprocha que se haya limitado solo a ese colectivo y no haya escuchado a todo el sector. "Por lo visto en la reunión" de ayer, afirma Fole, "ninguno está de acuerdo con lo que quiere hacer este gobierno en minoría. Es inconcebible que no hayan querido sentar al sector para explicarle los detalles de la ordenanza que va a marcar su futuro", tildando de "descabellado" que se intente "aprobar una ordenanza que empeora a la que ahora está en vigor". Por eso, el PP cree que llevar la normativa al Pleno de finales de mes es "demasiado precipitado", por lo que propone retrasar su debate para "reunir a la totalidad del sector, consensuar el borrador y llevarlo a Pleno cuando se consiga un acuerdo".

Ese consenso es el que se busca desde hace semanas con periódicas reuniones de los portavoces de todos 'los grupos políticos de la Corporación. El gobierno siempre dijo estar abierto a sugerencias y posibles cambios en el borrador y, de hecho, está estudiando algunas de las medidas propuestas por la oposición, como bonificar los gastos en mobiliario que los hosteleros tengan que asumir para adecuarse a la nueva ordenanza.