El hallazgo de unos plásticos en el fondo de un pozo de regadío, en la parroquia cambadesa, de Corbillón ha provocado la apertura de una investigación de la Guardia Civil sobre la posibilidad de que un alijo de cocaína fuese escondido en el manantial en su momento.
Los plásticos fueron descubiertos por un agricultor que utiliza el pozo para regar las fincas colindantes, al que le llamó la atención la presencia de varios plásticos en la superficie del pozo, al resultarle sumamente extraño, ya que el pozo acostumbra a estar tapado.
A primera hora de la tarde de ayer, se puso en contacto con la Guardia Civil, ante la sospecha de que el pozo pudiese esconder un alijo.
VÍDEO | Un miembro del GEAS descendió al pozo. // Noé Parga
El cuerpo de seguridad del Estado montó un amplio dispositivo en el que participaron varias patrullas, pero ante la imposibilidad de descender al pozo con garantías de seguridad, se optó por movilizar al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), con base en la ciudad de A Coruña, que llegaron a Corbillón sobre las 19 horas.
Descenso al depósito
Uno de los submarinistas fue el encargado de descender al fondo del pozo ayudado por una dotación de los Bombeiros de O Salnés, que aportaron una escalera para facilitar el acceso al interior del manantial.
La inspección duró apenas unos minutos y en ella se encontraron varios plásticos, que fueron retirados por el submarinista y aprehendidos por sus compañeros para ser analizados.
Esos análisis determinarán si los plásticos encontrados fueron utilizados para ocultar un alijo de cocaína, principal hipótesis en la que trabaja la investigación en estos momentos, aunque no se descartan otras hipótesis.
Se sospecha que el pozo pudo ser utilizado como depósito provisional de un alijo introducido por vía marítima, antes de ser trasladado a otro punto, aunque este hecho lo determinará la investigación que están desarrollando los agentes de la Guardia Civil del Puesto de Cambados, que fueron los primeros en acudir a la zona.
Expectación
La presencia de los agentes de la Guardia Civil en Corbillón no pasó desapercibida para el vecindario, que asistió sorprendido a las tareas de inmersión del buzo de los GEAS y a la extracción de los plásticos que se encontraban en el fondo del pozo.
El depósito se encuentra en una zona rural, a unos 500 metros de distancia del mar y con varias viviendas en las proximidades.
