-Es inevitable hacer balance de gobierno sin referirse a la oposición, sobre todo cuando en O Grove los políticos están "a matar" casi a diario.
-Es cierto que el acuerdo político brilla por su ausencia, pero aunque seguramente hemos cometido fallos, yo el primero, no deja de sorprender el papel de la oposición. Parece que se encuentran muy cómodos votando lo mismo PP, EU, BNG y PGD, y entiendo que deberían explicar a los vecinos estos acuerdos o, en otras ocasiones, la falta de los mismos. Pasó con la búsqueda de representación en la Mancomunidade e incluso con la elección de los festivos locales, cuando el acuerdo de nuestro gobierno solo molestó al galeguista Alfredo Bea y después resulta que todos los grupos opositores votaron conjuntamente en pleno para rechazar nuestra idea. Y lo mismo hicieron con los presupuestos, cuando volvieron a unirse para ir en contra de este gobierno. Es la política del no por el no. Pero no importa porque, sinceramente, en el gobierno entendemos esa actitud como una señal de que estamos haciendo bien las cosas.
-¿Pero por qué tantas guerras políticas?
-La oposición solo aspira a estar en contra de todo lo que proponga el PSOE porque parece que les molesta mucho que hayamos obtenido ocho concejales. Pero llegará un momento en que se tendrán que posicionar y rendir cuentas ante la ciudadanía. Aquí el más listo está siendo Alfredo Bea porque es capaz de llevar a remolque a los demás y con un solo concejal está haciendo que los otros ocho lo apoyen, y todo para no apoyar al gobierno.
