La reunión de los vecinos de Armenteira con el alcalde de Meis, José Luis Pérez, parece haber dado sus frutos. Ante cerca de un centenar de personas, el regidor meisino explicó la situación en la que se encuentran las obras de la casa da cultura, inmueble reconvertido en albergue para peregrinos que ha obligado a los vecinos a reunirse y celebrar sus actividades en el colegio.
Pérez explicó que la segunda fase de las obras de la casa da cultura comenzará a ejecutarse en el mes de junio, por lo que deberían estar listas en el plazo aproximado de dos o tres meses. Una vez finalizadas, el albergue de peregrinos se situará en la planta baja, mientras que los vecinos podrán usar la primera planta para sus actividades. "Es cierto que llevamos mucho tiempo sin casa da cultura por causa del albergue, pero esperamos que esta situación se resuelva cuanto antes", explicó. Varios vecinos no dudaron en expresarle el malestar por la ausencia de información sobre la transformación de este local en albergue y la ausencia de un control sobre los peregrinos que se alojan en él, reclamando una gestión más transparente. "Estoy abierto a que puedan aportar alternativas a esa gestión", explicaba ayer Pérez.
Mientras continúan las obras de la casa da cultura, los vecinos se han visto obligados a utilizar las dependencias del colegio de Armenteira, otras instalaciones que no ser encuentran precisamente en el mejor estado de conservación, llegando incluso, a tener varias zonas valladas ante el riesgo de desprendimientos del tejado. En ese aspecto, el regidor asegura que, una vez finalice el curso escolar, se comenzará con una serie de obras de mejora del tejado con las que se quiere acabar con las humedades. Para ello se cuenta con una partida de 20.000 euros. "El concello ha diseñado un proyecto para solventar esas deficiencias, y ya se le ha comunicado a la directora la intención de acometer las obras una vez que se finalice la actividad de este curso en el centro", asegura.
A mayores, un grupo de vecinos de Armenteira está trabajando en la creación de una nueva asociación de vecinos ante la supuesta "parálisis" que se registra en el colectivo Valdedeus. El objetivo de este grupo es dinamizar una de las parroquias más rurales de Meis, con actividades culturales que sirvan para unir a los vecinos y servir de portavoz de los problemas que existan en una parroquia que, en muchas ocasiones, es prácticamente ignorada por las administraciones.
