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Varela afirma que ubicar a los placeros en una carpa acarrea problemas de seguridad

Conllevaría más gastos al tener que contratar vigilancia para evitar daños y robos en los puestos - El alcalde se reunirá la próxima semana con los afectados por las obras

Zona de la plaza de abastos de Vilagarcía que se verá afectada por las obras de reforma. // Noé Parga

El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, se refirió ayer al traslado de los vendedores afectados por la segunda fase de reforma de la plaza de abastos como la cuestión "más complicada" a solventar antes de que den comienzo los trabajos. El regidor y otros miembros del equipo de gobierno se reunirán la próxima semana con la decena de comerciantes que tendrán que abandonar sus actuales puestos y cambiarse a otra ubicación mientras se prolonguen las obras, un período que se estima en nueve meses. Una de las propuestas que más gusta a los placeros es la colocación de una carpa en los exteriores del edificio del mercado para acogerlos temporalmente, sin embargo Varela ve algunos inconvenientes. "No es montar la carpa solamente", afirma, sino que "hay que garantizar la seguridad de los puestos y las cosas de valor" que haya en su interior, como cámaras frigoríficas o el propio producto que oferte cada vendedor. Por eso, continúa el alcalde, la instalación del módulo o carpa tendría "costes a mayores", relacionados con la contratación de vigilancia para evitar daños o robos en los puestos. Y a la hora de tomar una decisión sobre la reubicación, Ravella tendrá muy en cuenta la parte económica, ya que el gasto del traslado no está incluido en el presupuesto de la obra y tendrá que financiarse a través de las arcas municipales.

El gobierno socialista baraja otras alternativas, como mover a los vendedores afectados a puestos que actualmente están vacíos en otras áreas de la plaza a las que no afectará la reforma. Es el caso de las zonas del pescado y de la verdura. "Podrían ubicarse en ellos", apunta Alberto Varela, pero el principal inconveniente es que los comerciantes "quieren estar todos juntos". Por eso resultará concluyente en la toma de decisiones la reunión prevista para dentro de unos días, en la que los afectados plantearán sus propuestas y necesidades para que la remodelación del mercado de abastos afecte lo menos posible a su actividad comercial.

Además, antes de que arranquen las obras todavía falta un trámite por cumplimentar, y es que el convenio entre el Concello y la Xunta tiene que pasar el filtro del pleno. El acuerdo, en virtud del cual la Dirección Xeral de Comercio abonará en dos anualidades los 240.000 euros comprometidos, se debatirá en la sesión ordinaria de este mes de mayo. Así, el alcalde confía en que los trabajos puedan comenzar a lo largo del mes de junio o como muy tarde en julio, de forma de forma que el grueso de los mismos se acometa antes de finalizar este año, contando para ello con 120.000 euros de la Xunta y 505.704 del Ayuntamiento. El plazo de ejecución es de nueve meses, por lo que los trabajos que se realicen en 2017 se financiarán con la segunda remesa de 120.000 euros de Comercio y otros 30.000 euros de las arcas municipales. El coste total del proyecto es de 745.000 euros. El procedimiento para la contratación de las obras está todavía en marcha. Los técnicos municipales estudian las ofertas presentadas por un total de 19 empresas, de las que saldrá la adjudicataria.

La actuación con la que se pretende dinamizar y modernizar el mercado público de Vilagarcía prestará especial atención a la estética, ya que se pretende crear una imagen de calle en el ala a remodelar. Se mantendrán los puestos de venta laterales pegados a las paredes y las bancadas se cambiarán de orientación para aportar más fluidez al tránsito de personas. Se conservará, y recuperará protagonismo como elemento estético, la escalinata principal que da acceso al andar superior, que se acondicionará para uso hostelero y la realización de cursos de cocina o degustaciones, actividades siempre relacionadas con los productos que se pueden adquirir en la plaza. También se mantendrá la fuente original ubicada en el centro del pasillo que une la zona del pescado con la sala a reformar. Una de las escaleras laterales se mantendrá y la otra se convertirá en rampa para mejorar la accesibilidad.

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