Médico de profesión, aunque hace años que no ejerce, Gonzalo Durán cumple este mes 21 años como regidor de Vilanova de Arousa, alcaldía a la que llegó en 1995 y que ha revalidado siempre con mayorías absolutas.
- Después de dos décadas ¿uno no acaba cansado de la política municipal?
- Para nada, es más, ahora mismo tenemos pendientes una cartera de proyectos más grande que nunca y nuestra intención es sacarlos todos adelante para continuar con el proceso de modernización de este Concello. Mantenemos intacta la motivación y la ilusión, como si fuese el primer día.
- ¿Cuáles son esos proyectos?
- Entre los principales se encuentra impulsar el Centro de Desarrollo Local (CDL) una apuesta que hemos realizado en el anterior mandato y cuyo objetivo es contribuir en la formación de las personas e introducirlas en el mercado laboral. También creemos que es necesario contribuir al impulso de sectores estratégicos como la agricultura o la acuicultura, que significan una cifra considerable en nuestro PIB.
- El mandato no comenzó de la mejor manera posible: reprobación de un edil, negativa a responder a preguntas y apoyar mociones...
- Esa situación ha sido consecuencia de la forma de actuar de la Diputación, de cuyo grupo de gobierno forma parte el portavoz del Partido Socialista de Vilanova, Javier Dios. No se mojó lo más mínimo en el conflicto por la casa da cultura de O Esteiro, es más, ha consentido paralizarlo justo en el año en que celebramos el 150 aniversario del nacimiento de Ramón María del Valle-Inclán. Dios no ha podido ser más duro contra su propio pueblo, y esas actitudes deben tener consecuencias, y las seguirán teniendo en el futuro mientras no se le devuelva a Vilanova lo que merece.
- Las últimas elecciones municipales le han dejado como el gran referente del Partido Popular en la comarca de O Salnés.
- No lo creo. También están Meis, Meaño y otros municipios en los que podremos no tener la Alcaldía porque los resultados no han sido los esperados, pero referentes, en esta comarca, el Partido Popular tiene muchos. Es cierto que, en estos momentos, Vilanova es el municipio en manos del PP con mayor población, pero creemos que es una situación transitoria, ya que aspiramos a recuperar todos los grandes Concellos.
- ¿Cuáles fueron las causas del descalabro sufrido por el PP?
- Lo dije en su momento y lo mantengo, aunque escociera dentro del partido, cuando un alcalde lo hace mal, se pierde una Alcaldía, pero cuando perdemos todos votos es que existe un problema básico común. Había un enfado generalizado por el tema de la crisis económica, la austeridad y los famosos recortes, que le acabaron pasando factura al Partido Popular, aunque la gente se dará cuenta de que lo que hay enfrente no sirve.
- Se ha convertido usted en el azote de entidades como la Diputación.
- No lo creo. Es fruto de la poca capacidad de la presidenta que pusieron los partidos de izquierda. Lleva una política errónea, no entiende lo que es la provincia, vino al choque contra todos pero en Vilanova no nos dejamos pisar los callos. En toda la provincia están paralizadas las obras, no se puede entrar en la Diputación como un elefante en una cacharrería, que fue lo que hizo Carmela Silva. Nosotros también cogimos un gobierno después de muchos años de dominio de otra fuerza política, y desde luego, no entramos paralizando y rompiendo con todo, entramos con toda la suavidad del mundo para que el personal no se sintiese violentado, e hicimos una transición tranquila, y eso que estábamos en plena segregación de A Illa. Silva entró a lo bestia, montó Cristo por todo y no lo ha hecho bien y las consecuencias se están viendo, no solo en Vilanova, sino también en otros municipios limítrofes, que ven como obras que dejó encauzadas el anterior gobierno, no avanzan. Debe ser eso lo que nos vendían como la nueva Diputación.
