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Dos pescadores de Rianxo salvan la vida tras chocar contra una batea y caer al mar

Uno de los náufragos logró sacar del agua al otro cuando ya empezaba a presentar síntomas de hipotermia -El accidente fue a medianoche, y la lluvia restaba visibilidad

La "Nuevo Nelson" (a la izquierda), atracada ayer en uno de los pantalanes del muelle de Rianxo. // Iñaki Abella

Dos pescadores de Rianxo, Cesáreo V.V., de 55 años, y su sobrino Miguel R.V., de 41, vivieron la pasada madrugada una de las experiencias más duras de sus vidas. Habían salido a pescar, y cuando regresaban a tierra chocaron contra una batea y cayeron al mar. Por fortuna para ellos, uno logró salir del agua y subir a la plataforma contra la que habían colisionado.

Fue él quien logró sacar a su compañero cuando éste ya empezaba a presentar síntomas preocupantes de hipotermia. Tiempo después fueron rescatados por un barco del "xeito" (el mismo arte de pesca de los accidentados), que había salido a buscarles al ver que tardaban. Ambos se encuentran bien, aunque el patrón sufrió un fuerte golpe en una pierna por el que acudió al Hospital de Barbanza.

Los dos marineros salieron sobre las 22 horas del puerto de Rianxo a bordo de la "Nuevo Nelson", una planeadora de unos seis metros de eslora. Iban a pescar sardina, y se dirigieron a la zona central de la ría de Arousa, a un punto conocido por la flota como O Chazo, y que es aproximadamente por donde pasan los barcos mercantes.

Fuentes consultadas explican que hacia medianoche empezaron a recoger los aparejos, puesto que ya se les hacía tarde. La subasta de sardina en Rianxo se hace entre las 12 de la noche y la 1.30 horas de la madrugada, y al "Nuevo Nelson" todavía le quedaban unos 20 minutos de navegación.

De modo que el tripulante se colocó en la proa de la embarcación para preparar el pescado que poco después querían descargar en el muelle. Su tío, un veterano pescador, encendió los motores y arrancó. No obstante, la travesía no iba a durar mucho.

Fuentes próximas a los dos pescadores accidentados explican que en un momento dado el tripulante que estaba en proa alertó al patrón de la cercanía de una batea, pero que cuando éste quiso reaccionar ya era demasiado tarde, y el casco de la planeadora chocó contra la plataforma mejillonera.

Los dos hombres se fueron al agua, mientras que la lancha siguió dando vueltas alrededor de ellos y moviéndose hasta que unos minutos después se apagó sola. Para entonces, el más joven de la pareja había logrado ponerse a salvo subiéndose a la batea contra la que habían chocado.

El patrón mayor de la cofradía de Rianxo, Miguel Iglesias, apunta que según le explicaron a él, el hombre que estaba en la batea intentaba ayudar a su tío para que saliese del agua, pero sin conseguirlo. "Parece ser que el patrón hasta le dijo que lo dejase porque se estaba mojando los brazos, y que él empezaba a tener frío".

Y fue entonces cuando el pescador más joven logró sacar fuerzas de flaqueza y consiguió rescatar a su familiar. Una vez lo tuvo con él se decidió a combatir la incipiente hipotermia que sufría su compañero quitándole la ropa.

Él hizo lo mismo, y le dio calor con su propio cuerpo, con lo cual consiguió evitar la hipotermia de su tío. Pero aún les quedaba esperar que alguien acudiese a rescatarles. Era medianoche, y además de que no se veía nada y estaban lejos de tierra, llovía con cierta intensidad.

El rescate

El patrón del "Nuevo Nelson" suele venderle su pesca a un sobrino suyo. Cuando éste acudió a la lonja de Rianxo a medianoche se extrañó de que sus parientes aún no llegasen, pues habitualmente eran de los primeros en tocar tierra tras una jornada de pesca.

A medida que pasaban los minutos sin tener noticia de los tripulantes aumentó su preocupación, y le preguntó a los "xeiteiros" que ya estaban en la lonja si podían ir a echar un ojo un par de ellos. Sin embargo, salieron todos. "La verdad es que tuvieron un comportamiento magnífico, se portaron como unos campeones. El marinero siempre cumple cuando hay que ayudar a otro en el mar", añade Miguel Iglesias.

Así las cosas, media docena de pequeñas embarcaciones de artes menores salieron de Rianxo hacia el interior de la ría cuando ya pasaba la una de la mañana. Como conocían la zona por la que solía trabajar el "Nuevo Nelson" (de hecho, una embarcación del "xeito" había visto la lancha esa misma noche cuando ya estaba terminando la faena) se dirigieron ya a una zona más concreta de la ría.

El rescate corrió a cargo del "Okel", a cuyos tripulantes les pareció escuchar unos gritos en la zona en la que estaban los dos náufragos esperando. "Apagaron el motor y volvieron a escucharlos", explica el patrón mayor rianxeiro. El traslado se realizó sin más incidencias, y los dos marineros fueron evacuados, siendo recibidos en tierra por una ambulancia que los trasladó a un centro sanitario. Ambos hombres recibieron el alta esa misma noche, si bien durante la mañana de ayer el patrón de la planeadora acudió de nuevo al Hospital de Barbanza para que le viesen con detalle el golpe que se hizo en una pierna, y que supuestamente se produjo al impactar contra la consola desde la que se gobierna la lancha.

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