El hallazgo de materiales tampoco ha sido muy fructífero en los tres meses de intervención aunque en el balance se habla de 25 fíbulas o broches así como restos de cerámica.
Al principio se esperaba que el castro escondiera tesoros de mucho más relieve a tenor de la localización de las célebres ara de Neptuno y la fíbula de Navicella, cuyo alto valor hace que se custodien con especial interés en museos.
Asimismo, la presencia de una necrópolis en las inmediaciones hacía entrever que podrían darse otros hallazgos importantes en este entorno.
Finalmente se ha constatado lo que ya se conocía sobre la importancia del castro de Alobre en la cultura celta y la llegada de la época romana.
Explican en el último balance de la Diputación que se han localizado 25 broches, además de útiles para el peinado, y numerosos restos cerámicos y de ánforas romanas.
Estos restos, explican los técnicos, "permiten aseverar que Vilagarcía era ya en el cambio de era un asentamiento marítimo de gran importancia, circunstancia confirmada por la presencia de numerosos materiales de importación procedentes del mundo mediterráneo".
Sin embargo cabe señalar que la mayor parte de los hallazgos cerámicos son pequeños fragmentos y que no ha aparecido ninguna pieza completa, por lo que su valor radica en la información que puedan revelar los fragmentos.
Cabe señalar que otros yacimientos si han dado un enorme contenido histórico como el del Monte do Castro donde se han extraido más de 140.000 piezas o fragmentos, muchos que se conservaban en su integridad. De hecho, los arqueólogos han comenzado su documentación por su relevancia con piezas como la dolabra romana, el busto de un soldado en piedra, una enorme marmita de cobre labrada así como partes de vajillas para uso cotidiano y ceremonial, sin olvidar la preciosa fíbula de los leones que se convirtió en marca del lugar.
