Hasta seis sacerdotes arousanos fueron homenajeados esta semana por el Arzobispado de Santiago de Compostela al cumplirse el 60 o 50 aniversario de su ordenación, dependiendo del caso. Cumplen este años sus Bodas de Diamante el párroco de San Martiño de Sobrán y delegado diocesano para el clero, Lino José Arcos Salgado, y también el cura de Carril, José Antonio Ríos Mosquera. Ambos fueron ordenados en el año 1956, justo diez años antes que José María Naveira Vázquez (San Miguel de Catoira), José Antonio Souto Míguez (San Lorenzo de Nogueira), Antonio Varela Grueiro (San Martiño de O Grove) y Luis Graña Graña, de la comunidad de padres claretianos de Vilagarcía. Los últimos cuatro celebran sus Bodas de Oro, toda una vida dedicada al sacerdocio.
Para conmemorar tan señaladas efemérides, los seis participaron en la Catedral de Santiago en una ceremonia en la que el arzobispo Julián Barrio indicó que "ser sacerdote es una tarea ardua, pero gratificante". La Eucaristía también contó con la participación del obispo auxiliar Jesús Fernández González, y el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez González. Monseñor Barrio invitó a los sacerdotes condecorados a redescubrir "la bondad, la belleza y la grandeza del misterio del sacerdocio".
Bendición del Papa
Fueron más de cuarenta los presbíteros presentes, todos celebrando sus bodas de diamante, oro y plata, al cumplirse 60, 50 y 25 años desde su ordenación sacerdotal. El Papa Francisco les envió a todos ellos una bendición apostólica, extensiva también a sus familiares. "Con todo agradecimiento os felicito fraternalmente", les dijo, por su parte, Julián Barrio. La vida de un sacerdote, añadió, "es una concentración de misterio. Es posible vivirla solamente a la sombra de la fe, envueltos tantas veces en el silencio de Dios".
Al terminar la misa, se realizó un homenaje a los sacerdotes del Presbiterio que estaban de celebración. Fue en el transcurso de un almuerzo de confraternización.
