La corporación municipal de Ribadumia aprobó el jueves por unanimidad una propuesta del grupo de gobierno instando a la Xunta de Galicia a que reconsidere los requisitos que la nueva Lei do Solo establece para la construcción de invernaderos agrícolas.

Entre estos requisitos se encuentran que para construir un invernadero, la parcela deberá contar con acceso rodado de uso público, conexión a las redes de abastecimiento de agua, de electricidad y de evacuación de aguas residuales. Y en caso de que carezca de alguno de estos servicios, tendrá que ser el promotor del invernadero quien sufrague el coste de la obra.

El alcalde de Ribadumia, el independiente David Castro, considera que tal y como está redactada la Lei do Solo será muy perjudicial en ayuntamientos como el de Ribadumia, que basa buena parte de su economía en el sector agrario. "Con estos requisitos hay muy pocos vecinos que puedan montar un invernadero", declaró. "No es normal comparar un invernadero con una bodega o un galpón de trabajos agrícolas. Es algo desproporcionado", añade el regidor.

El tripartito de Ribadumia plantea que en la anterior Lei do Solo de 2002 ya se establecían una serie de criterios restrictivos para la construcción en el rural, pero que no afectaba a los invernaderos. No obstante, esta excepcionalidad ha quedado suprimida con el nuevo texto, que ha entrado en vigor a mediados del mes pasado.

El equipo de gobierno de Ribadumia considera que la Xunta de Galicia está reclamando una serie de condicionantes que difícilmente pueden darse en zonas rurales relativamente alejadas de los cascos habitados, de ahí que consideren que si la administración autonómica no reconsidera su postura, la construcción de invernaderos se verá hipotecada.

La propuesta de acuerdo se abordó en el pleno que la corporación celebró el jueves por la noche, y contó con el respaldo de los concejales del Partido Popular.

En la sesión se aprobó también el reglamento de actividad de los "furanchos" y "loureiros", un texto con el que se pretende ordenar el funcionamiento de estos establecimientos hosteleros temporales, y que se adecuen al decreto de la Xunta, evitando por un lado la competencia desleal hacia la hostelería de todo el año, y por otro dotando de un marco legal concreto a los productores de vino que deseen abrir un "furancho" o "loureiro" para dar salida a los excedentes de vino. El propio Castro asegura que el hecho de llevar este asunto a pleno se debió "a que es una necesidad que nos están trasladando muchos vecinos de Ribadumia", localidad en la que está muy arraigado el cultivo del vino tinto tipo Barrantes.

Otros asuntos

En el pleno se modificó también la ordenanza fiscal por el uso de las instalaciones municipales. Así, se establece un cobro para aquellos particulares o empresas que deseen utilizar las casas da cultura o el auditorio para la realización de cursos o de actividades de promoción comercial.

No obstante, el uso de las instalaciones seguirá siendo gratuito para los grupos de teatro, aunque cobren una entrada para ver el espectáculo, o para los grupos de música que vayan a dar un concierto, explicó el alcalde.