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Leonor Lago: "El voluntario aporta su granito de arena y también recibe mucho"

"No hay límite de edad para participar; conozco un grupo de jubilados muy activo"

Leonor Lago, en la sede de Cruz Roja, en Vilagarcía. // Iñaki Abella

La Cruz Roja de O Salnés sale hoy a la calle para celebrar el Día del Voluntariado y concienciar a la ciudadanía sobre los beneficios, tanto personales como para la comunidad, de participar en los proyectos que desarrolla esta ONG. Leonor Lago, una vilagarciana que es voluntaria desde 2009, anima a todos los colectivos, incluidos, los jubilados, a acercarse al puesto informativo que estará durante toda la mañana en la Plaza de Galicia.

- ¿Es posible compatibilizar el voluntariado, con el ejercicio de una profesión, la familia y una niña pequeña, cómo se hace?

- Cuando los niños son pequeños sí que es verdad que uno tiene la sensación de que le falta el tiempo, pero en el voluntariado se pueden hacer muchas cosas, dependiendo del tiempo que uno pueda dedicar en cada momento. Hay actividades que requieren de una colaboración más esporádica y otras que necesitan dedicar más horas. Pero siempre hay algún tiempo para el voluntariado, cuando se quiere.

- ¿Cuánto tiempo lleva como voluntaria en la Cruz Roja de O Salnés?

- Estoy en esta agrupación desde 2009, al principio dedicando más horas; cuando tuve la niña ayudando en los momentos que podía y ahora con otros programas.

- ¿Qué la llevó a ejercer el voluntariado en la Cruz Roja?

- Ya llevaba tiempo pensando en una forma de colaborar con alguna entidad y llegó a mis manos un folleto informativo y un formulario de inscripción que habían dejado en la Escuela de Idiomas. Me dije, qué casualidad, y me acerqué a la Cruz Roja.

- ¿Cual era su idea del trabajo del voluntariado en ese momento?

- No tenía una idea muy definida sobre lo que quería hacer. Mi primera inquietud era trabajar para que las cosas sean mejor, poner mi granito de arena, aunque no sabía bien cómo. Llegué a la Cruz Roja con intención de ver qué cosas encontraba que podía hacer, ver qué proyectos tienen e investigar un poco más.

- ¿Qué encontró en esta ONG?

- Encontré muchas cosas que se podían hacer y algunas de ellas que me apetecían mucho. Por ejemplo el tema de personas mayores. Empecé con un proyecto de acompañamiento domiciliario a personas mayores que viven solas y que necesitan alguien con quien compartir un poco de tiempo, con quien hablar. Se trata de un colectivo muy desvalido. Estuve un tiempo dedicándome a este programa.

- ¿Cual fue el resultado?

- Muy bueno, la señora con la que hablaba era un encanto. En ese acompañamiento no solo se lo pasaba bien ella, yo también lo pasé bomba porque es una persona muy graciosa y muy maja. En esto se da y se recibe mucho.

- ¿Estuvo mucho tiempo en este programa?

- Sí, hasta que tuve la niña y ví que con un bebé tenía poco tiempo. Tuve que dejar el voluntariado durante un tiempo y luego, cuando la niña fue un poco más grande, retomé la participación, aunque con otros proyectos.

- ¿En qué proyectos participa actualmente?

- Estoy con los proyectos de empleo y de personas sin hogar. Son mundos totalmente distintos.

- ¿En esta nueva etapa con qué se ha encontrado?

- En el proyecto de empleo me encontré con otro colectivo muy desfavorecido que es el de los parados. La crisis ha dejado a personas sin acceso a un puesto de trabajo o que carecen del perfil que buscan determinadas empresas. Es un itinerario muy amplio, donde se trabaja absolutamente todo. Desde enseñarles a hacer currículums, ver cuales son sus carencias y ayudarles a hacer la formación que necesitan. Es un mundo muy amplio; se les va preparando para que al final el programa desemboque en una posibilidad real de empleo. Es un trabajo que me gusta mucho, no solo por lo que puedo ayudar sino también por lo que he aprendido. El proyecto de empleo me aportó una formación y una satisfacción importante.

- ¿Qué le llamó más la atención en este campo?

- Lo que más me llamó la atención es lo dolida que viene la gente y que al estar con otras personas en su misma situación, al verse atendidas y que existen posibilidades de salir adelante, porque esto está funcionando muy bien, les va cambiando el chip y tiene esperanzas.

- ¿Cual es el perfil del trabajador en paro que llega a Cruz Roja?

- De todos los tipos. Claro que la construcción dejó muchos trabajadores en paro, por lo que son mayoría, pero hay gente de todos los perfiles y edades Desde gente joven que quiere acceder a su primer empleo, gente mayor que se quedó sin trabajo y ahora tiene una edad difícil para encontrar un empleo; gente que trabajaba en un sector donde ahora no hay oferta laboral. Nos podemos encontrar de todo.

- ¿Cual es su trabajo en el voluntariado con personas sin hogar?

- Con este grupo de personas organizamos alguna charla, y también un vídeoforum cada quince días donde se visionan películas. Es un punto de encuentro para que las personas sin hogar estén con gente y pasen un buen rato, porque lo necesitan. Me parece un colectivo más sensible y vulnerable. Estamos hablando de gente que no tiene nada; a quienes nadie le reconoce nada. Se vuelven invisibles para la sociedad y son personas como cualquiera a las que le vino una situación mal dada, se quedaron sin casa y sin nada. Nos puede pasar a cualquiera. No sabemos dónde vamos a acabar. El verles y estar con ellos es una bofetada de realidad.

- ¿Qué recomendaría a personas que sientan la inquietud de hacer algo por la comunidad?

- Les diría que se animen a ser voluntarios. Que se acerquen a la Cruz Roja y que curioseen porque van a encontrar una actividad a su medida. Hay mucho en lo que poder trabajar.

- ¿Hay alguna edad límite para ser voluntario?

- No. El límite se lo pone uno. Por ejemplo, el grupo de personas jubiladas tiene muchas cosas que aportar. Es un perfil muy bueno para el voluntariado. Es gente que tiene un gran bagaje, muchos conocimientos de la vida, mucho que aportar y también tiempo para ofrecer a los demás.

- ¿Hay gente jubilada en el voluntariado local?

- Son mi debilidad. Conozco a un grupo de personas jubiladas que me encantan porque hacen un montón de cosas. Me da pena que no se acerquen más porque estoy segura que les va a encantar. No solo es sentirse útil, es aportar un granito de arena para hacer que cambien las cosas.

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