El homenaje a estos seis sacerdotes arousanos se enmarcó en los actos de la fiesta de San Juan de Ávila, patrono del clero secular español. Destacó por su santidad de vida y por su celo apostólico y fue pionero en la creación de centros de formación sacerdotal, anticipándose al Concilio de Trento, que decretó la constitución de los Seminarios Diocesanos. La sabiduría de su magisterio hizo que el Papa Benedicto XVI lo proclamase Doctor de la Iglesia en octubre del año 2012. Se ordenó sacerdote en 1526 y vendió todos los bienes que le habían legado (una cuantiosa fortuna procedente de las minas de plata que poseía su familia) para repartir el dinero entre los pobres y dedicarse enteramente a la evangelización, empezando por su mismo pueblo, Almodóvar del Campo (Ciudad Real).