Ayer en las canchas del Club de Tenis O Rial se sintieron los nervios del primer día. El tenis llamaba a la puerta de los alumnos del colegio de Educación Especial de Vilagarcía y las ganas de jugar eran máximas. Alrededor de unos quince jóvenes con diferentes problemas en su desarrollo mental y físico vieron como se le abría una puerta al olvido de las limitaciones con una raqueta como llave.

Isidoro Canabal, trabajador de Con Eles, les recogió a la puerta del centro para acudir hasta la instalación deportiva vilanovesa. Allí esperaban los técnicos de DM Sport, Daniel Otero y Manuel Acuña, para impartir las primeras nociones del curso de empuñadura, golpeo y desplazamiento. Todo ello en el segundo año de una actividad que ya significó un avance muy positivo en los chicos en la primera experiencia.

La ilusión que desprendían en cada pelota que pudieron golpear hizo que la hora de clase se quedase escasa. Otro día será el turno también para los usuarios del centro Con Eles que, en un número de dieciocho, también están esperando empezar pronto con unas clases que ya les entusiasmaron el pasado año. En ello tienen mucho que ver el excelente sentido didáctico y de empatía que muestran los entrenadores. El reflejo está en el rápido avance de algunos que ya se atreven a volear con decisión sin ningún tipo de reparo.

Fue a raíz de la inquietud de los componentes de la directiva de Con Eles como surgió la oportunidad de convertir el tenis en un apoyo más en su formación. La otra parte en la composición del puzzle tenía nombre y apellidos. Ni más ni menos que la Fundación Rafa Nadal se convirtió en el detonante perfecto para convertir en realidad lo pretendido.

A través de Special Olympics Galicia se trabajó en las gestiones para acceder a las becas que concede el ente liderado por el campeonísimo balear. El cumplimiento de todos los requisitos fue el espaldarazo definitivo para convertir el tenis en todo un conjunto de efectos positivos para personas con necesidades especiales.