El alcalde justifica la decisión de desalojar el hotel de Carretera do Conde diciendo que "no quedaba otro remedio", ya que se trataba de "cumplir una sentencia judicial que resuelve el cierre total del negocio por ser ilegal". José Cacabelos considera que es "una sentencia rotunda" que no deja lugar a dudas "y autoriza expresamente la entrada para desalojo".

Aunque lamenta haber tenido que llegar a estos extremos, matiza que la propietaria "sabe que esto iba a pasar desde hace años porque su hotel está en situación totalmente irregular; y aunque su pretensión era seguir trabajando como si nada, el Concello está obligado a precintar y desarrollar el correspondiente expediente urbanístico".

Tanto es así que la Administración local, tanto con el alcalde conservador Miguel Pérez como con el socialista Antonio Cacabelos, lleva años "intentando demoler toda la segunda planta del hotel, pero su propietaria siempre se negó alegando que no tiene dinero".

Y en cierto modo todo estaba en el aire, "pero ahora hay una sentencia que es muy clara y de la cual ya advertimos a la propiedad antes de que el sábado tomáramos la decisión de intervenir cuando tuvimos constancia de actividad hotelera en el inmueble".

Ante esta situación, los avisos reiterados y la autorización judicial para el desalojo, el Concello "cumplió su obligación, y no vale de nada decir ahora que teníamos que esperar al lunes para actuar".

En este sentido, Cacabelos argumenta "el sábado hubo actividad hotelera, el abogado de la propiedad trataba de negociar un plazo sabiendo que no teníamos otra vía y además había denuncia de un particular contra el hotel y el propio Concello por no paralizar la actividad, de ahí que ordenáramos el desalojo dejando a los clientes que terminaran la cena y trasladándolos cuando se encontró un chófer para su autobús y otro hotel".