Seguimiento de los mamíferos marinos en la ría de Arousa. // BDRI
El Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), dirigido por Bruno Díaz, desarrolla prácticamente a diario un proyecto de investigación de los populares arroaces y otras especies de cetáceos en Galicia.
Y buena parte del trabajo se desarrolla son necesidad de salir de Arousa, por tratarse de una buena "despensa" que permite hacer un estrecho y cercano seguimiento de estos mamífero marinos; animales que no dudan en adentrarse en las ensenadas más abrigadas de los puertos arousanos, juguetear al lado de las embarcaciones que surcan las aguas de esta ría o dejarse ver en plena cacería sorteando las bateas de mejillón e incluso aprovechándose de la capacidad de estos viveros flotantes para atraer posibles presas.
Pero en BDRI no solo desarrollan una importante labor científica mediante la cual conocer mejor a los delfines, sino que ofrecen la posibilidad de que el público en general se sume a este proyecto para "contribuir a la conservación de los cetáceos, conocer cómo se lleva a cabo su seguimiento o participar en cursos de formación, adquiriendo práctica en el estudio de los delfines y ballenas".
Respecto a esto último, desde BDRI anuncian para los días 14 y 15 de mayo un curso de "formación en bioacústica de cetáceos" al término del cual, según explica el director del centro, "el alumno habrá obtenido amplios conocimientos de la biología de los delfines en relación con la emisión y recepción de sonidos, además de adquirir una visión general de las técnicas para el estudio del comportamiento acústico y distribución de ciertas poblaciones de cetáceos".
Es importante resaltar, y de ello ya habló Bruno Díaz en su momento, que "estos mamíferos se valen de silbidos y ráfagas de sonidos pulsátiles para comunicarse y mantener su posición en la jerarquía social de su grupo".
A modo de ejemplo, "las madres envían a las crías silbidos con patrones distintivos o estereotípicos para que vuelvan a donde puedan verlos", mientras que los sonidos pulsátiles sirven "para evitar la violencia física en situaciones de gran excitación, por ejemplo cuando compiten por un mismo alimento".
Así las cosas, con ayuda de modernos equipos de seguimiento acústico -como hidrófonos y grabadores digitales-, provistos de prismáticos -aunque no suelen ser necesarios, ya que los delfines se dejan ver muy de cerca- y a bordo de la nave que habitualmente emplea BDRI en sus expediciones dentro y fuera de la ría arousana, los alumnos van a disfrutar de la ría y a escuchar atentamente a los cetáceos, de forma que podrán entenderlos mejor.
Para tal fin se enseñará a los participantes cómo "leer oscilogramas y espectogramas para la discriminación de los diferentes tipos de sonido emitidos por los delfines y fuentes de contaminación acústica de tipo antrópica".
De igual modo "recibirán nociones acerca del empleo de disuasores acústicos en pesca o acuicultura y se les informará sobre los peligros generados por fuentes de sonido como sónares militares o prospecciones petrolíferas en las poblaciones de cetáceos".
Hay que recordar que al margen de este curso en concreto BDRI ofrece la posibilidad de asistir a ciclos formativos intensivos "diseñados para personas interesadas en proseguir o iniciar una carrera en el campo de los mamíferos marinos, estructurando los cursos de forma que aportan un importante contenido práctico y teórico sobre los métodos de estudio de los cetáceos en la naturaleza".
Ante la proximidad del verano también puede recordarse que BDRI organiza pasantías, consideradas "una experiencia única para estudiantes y recién graduados que deseen adquirir experiencia en el trabajo de campo y estudio de los mamíferos marinos". Se les brinda "apoyo continuo de un tutor con amplia experiencia en la materia y la posibilidad de preparar su tesis durante su estancia en el BDRI bajo la coordinación del director del centro".
Una joven escucha a los delfines a bordo del barco. // BDRI
