El alcalde de Ribadumia, el independiente David Castro, afirmó ayer a preguntas de este periódico que en los últimos meses no solo han detectado la extraña desaparición de dos discos duros y el borrado de un servidor informático del Concello, sino que los técnicos se encuentran con bastante frecuencia con expedientes en papel incompletos. "Cuando le pedimos al técnico municipal que nos hiciese un informe sobre la situación del campo de fútbol, nos indicó que no podía porque en el expediente faltaba documentación importante. Y nos hemos encontrado con problemas similares en el caso del tanatorio o de la pousada", declaró.

El tripartito de Ribadumia hizo público ayer que han puesto una denuncia en el Juzgado de Cambados para que se investigue la supuesta sustracción de dos discos duros y el borrado de datos de los servidores informáticos de la administración. Estos hechos se habrían producido en las vísperas de la sesión de investidura, a principios de junio del año pasado.

El equipo de gobierno, que integran Independientes, Somos Ribadumia y el PSOE, inciden en que no quieren acusar a nadie en concreto, pero han pedido al juez instructor que cite a declarar a las únicas personas que, según ellos, tenían acceso a ese material informático, y que serían la exalcaldesa, Salomé Peña, y la empresa responsable del mantenimiento informático.

No obstante, Castro manifiesta que no solo falta documentación contenida en soporte informático, sino que también llama la atención la falta de muchos trámites en papel. No obstante, admite que no se ha valorado la posibilidad de realizar una auditoría externa del archivo en papel, "porque sería un trabajo mucho más complejo y caro" que el que se hizo para auditar el soporte informático.

David Castro también afirma desconcer el tipo de documentación que podría estar almacenada en los servidores borrados y en los discos duros supuestamente sustraídos. "No tenemos indicios del tipo de documentación que falta. La verdad es que no sabemos que podían contener esos discos, pero nos preocupa el mal uso que se le pueda dar a esa información". Esa es otra de las razones, prosigue, por la que denunciaron estos hechos en el juzgado, pues pretenden salvaguardar los intereses del Ayuntamiento ante una hipotética denuncia de terceras personas por vulneración de la Ley de Protección de Datos.

El tripartito detectó las supuestas irregularidades en el archivo informático del Ayuntamiento a principios de año, cuando iniciaron los trámites para la creación de una nueva página web municipal y para la contratación del servicio de grabado de los plenos. Tras tener constancia de indicios de que algo extraño sucedía en el archivo decidieron contratar una auditoría con una empresa externa, y fueron las conclusiones de esta auditoría las que hicieron que el tripartito acudiese a los juzgados.

Entre tanto, el Ayuntamiento sigue trabajando con la misma empresa de mantenimiento informático que ya prestaba el servicio el pasado año, pues el contrato entre la administración y esta firma no ha expirado. "Este equipo de gobierno quiere pensar en el futuro del Ayuntamiento, y aunque se está encontrando con dificultades a la hora de gestionar ciertos asuntos, estamos consiguiendo sacarlos adelante con esfuerzo y trabajo".

Se da la circunstancia de que algunos de los expedientes en papel que están incompletos, según David Castro, son de obras que a la postre estuvieron en el centro de la polémica política entre el tripartito y el único partido de la oposición, el PP, que gobernó en Ribadumia hasta junio del pasado año. Fue el caso del tanatorio, que el equipo de Castro cerró unas semanas por carecer de permiso, o del campo de fútbol, cuyas obras fueron paralizadas también por presuntas deficiencias en el trámite administrativo. También está en punto muerto la pousada.

El silencio de Salomé Peña

El gobierno de Ribadumia pide al juez que cite a declarar a Salomé Peña, al ser hasta junio del pasado año, la máxima autoridad del Ayuntamiento, y una de las personas que, por su cargo -siempre según la versión del cuatripartito- podía acceder al cuarto de la casa consistorial donde estaban los equipos informáticos supuestamente sustraídos o saboteados.

FARO intentó ayer en varias ocasiones contactar con Salomé Peña para conocer su versión de los hechos, pero sin éxito.

El equipo de gobierno de Ribadumia afirmó el sábado en un comunicado de prensa que los hechos denunciados son "muy graves", y confía en que el juzgado los esclarezca.