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Insólito incidente en un hotel arousano

El guía de los turistas desalojados en O Grove: "Fue horroroso, la peor experiencia de mi vida"

Marcelo Antonio Batista declara que fue "traumático" y que "nosotros estábamos cenando y la Policía andaba por todos lados precintándolo todo"-La agencia portuguesa anuncia una querella por las pérdidas económicas

"Fue horroroso, la peor experiencia que he vivido en mi vida". Son palabras de Marcelo Antonio Batista, el gerente de la agencia portuguesa de viajes cuyos clientes fueron desalojados el sábado por la noche del hotel de O Grove en el que se hospedaban. "Fue algo traumático. Nosotros estábamos cenando y la Policía Local andaba por todas partes precintándolo todo. Incluso nos avisaron de que si no nos íbamos por las buenas llamarían más refuerzos y nos tendríamos que ir por las malas".

Marcelo Antonio Batista llegó a O Grove el sábado por la mañana con un grupo de 42 turistas portugueses. Se alojaron en el hotel Terramar, un veterano establecimiento de dos estrellas situado en el barrio marinero de Virxe das Mareas, a las afueras del centro urbano. Comieron, y por la tarde aprovecharon el buen tiempo para dar un paseo por la localidad.

Pero todo se torció hacia las 20 horas, cuando llegó al establecimiento una patrulla de la Policía Local, que portaba una orden judicial para proceder al desalojo y precinto del hotel. Según la dueña del negocio, María Teresa Rodríguez Aguiño, la razón es un largo pleito iniciado por los dueños de un restaurante de O Grove, según los cuales la licencia del Terramar como alojamiento ya ha caducado.

Momentos de tensión

Tras la llegada de la Policía Local se vivieron momentos de gran tensión, no solo entre los agentes y la dueña del establecimiento, que sostiene que tiene todos los papeles en regla para trabajar, sino también entre los turistas portugueses, ya que muchos consideraban que estaban siendo víctimas de un atropello. Esa es también la opinión de Marcelo Antonio Batista.

"Esto no se le hace a nadie un sábado por la noche. Si hay un problema jurídico entre el Ayuntamiento y un hotel y ese problema ya dura 10 años, como parece ser, no es normal que manden a la Policía Local a desalojar un sábado por la noche cuando la gente está cenando y descansando en sus habitaciones. No hubiese pasado nada por esperar al lunes, o por hacerlo incluso en la víspera, el viernes", afirmó ayer el agente de viajes portugués, notablemente molesto con el gobierno grovense.

Según su testimonio, hacia las 10 de la noche lograron convencer al policía que estaba al mando del operativo de que llamase al alcalde, el socialista Antonio Cacabelos, para preguntarle si se podía aplazar el desalojo al menos hasta el día siguiente. "Y el alcalde les respondió que no, que tenía que ser en ese mismo momento", afirma.

Así las cosas, a los turistas no les quedó más remedio que ponerse a hacer a toda prisa las maletas que habían deshecho apenas unas horas antes. Mientras tanto, Marcelo Antonio Batista intentaba mantener la calma para encontrar una salida al problema, puesto que necesitaba tanto un hotel donde realojar a todos sus clientes, como un chófer y un autobús para trasladarlos. Y tenía que encontrarlos en apenas un par de horas. "La verdad es que no es fácil encontrar un hotel que esté abierto y que tenga al menos 20 habitaciones libres cuando te pones a llamar un sábado a las 10 de la noche", declara. Tanto es así que en efecto lo encontró, pero a más de 60 kilómetros de distancia, en Santiago de Compostela.

"Tuve suerte de que les quedaban habitaciones y de que me conocían desde hace bastantes años", añade el agente luso. Pero no terminó ahí el calvario vivido por la delegación portuguesa, puesto que después tuvieron que esperar en plena calle, y hasta bastante después de medianoche, la llegada del nuevo chófer. "Terminamos el realojo en las habitaciones de Santiago a las cuatro de la mañana", sostiene Batista.

Pérdidas económicas

Pero el desalojo es para esta agencia de viajes mucho más que una mera anécdota desagradable. Ha sido un problema económico grave. "Hemos perdido 1.000 euros, o más. Ni siquiera quiero echarle la cuenta". Estas pérdidas se deben por una parte a la necesidad de contratar a un chófer nuevo y de pagarle el viaje de vuelta hacia O Grove, por un lado, y de encontrar un hotel nuevo. "No es lo mismo contratar un paquete de habitaciones a última hora que dos meses antes. Nuestra empresa ha perdido mucho dinero, y tendrá ahora que hacerse cargo de unos gastos que los clientes lógicamente no quieren asumir".

Por ello, anuncia que "vamos a hablar con un abogado, porque la verdad es que en estos momentos no sabemos a quién denunciar. Pero algo sí que tendremos que hacer, porque está claro que si alguien no tiene culpa ninguna de lo que ha pasado entre el Concello y la dirección del hotel somos nuestra empresa y nuestros clientes".

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