Al celebrarse el 400 aniversario de la muerte de William Shakespeare (casualidades del destino, el mismo día y año que Miguel de Cervantes), me viene a la memoria aquel primer viaje que, en 1999, se puso en marcha a la cuna del autor de "Otelo," recién llegado yo a la Concejalía de Cultura vilanovesa. Con el apoyo de la embajada de España en el Reino Unido concretamos una agenda de actos con representaciones institucionales de Stratford upon Avon para conocer el modelo de turismo cultural allí implantado y, en la medida de lo posible, aplicarlo en Vilanova.

Creo que 17 años después de aquella visita a la ciudad bañada por el Avon, en plena campiña inglesa, podemos decir que los contactos, reuniones y gestiones emprendidas sirvieron para iniciativas desarrolladas en Vilanova, tanto por el Concello como la Fundación Valle-Inclán. La conversión de O Cuadrante en Casa Museo, rutas literarias, representaciones teatrales, la creación de una escuela de teatro que tutela la Fundación, galardones y distinciones. También ir trasladando a las personas en general y a los mas jóvenes la obra y figura de don Ramón. Solo queda, espero que no tarde mucho, un Teatro donde representar a Valle como hace en el existente en Stratford la Royal Shakespeare Company. Digo un edificio con todas las características de un espacio para el arte dramático y no un sucedáneo. Recuerdo los escritos de Gerardo Fernández Albor sobre el particular.

La visita a la cuna del creador de "Romeo y Julieta" sirvió, también, para dar a conocer en aquellas latitudes al genial don Ramón y su origen vilanovés, sobre todo fuera del ámbito de los investigadores y estudiosos. Las relaciones establecidas permitieron visitas posteriores a Vilanova como la del Chairman John Morris Winterburn que pudo conocer y elogiar la recreación de la Casa do Cuadrante, en cuyo jardín plantó un árbol.

Creo que aquella iniciativa fue muy importante y permitió poner en relación a dos genios de la literatura universal, respecto a uno de los cuales se conmemoran este año los cuatro siglos de su desaparición y al otro se le rinde homenaje en el 150 aniversario de su natalicio.

Los pueblos deben reconocer y honrar a sus hijos ilustres. Seguir promoviendo estas iniciativas debe ser objetivo irrenunciable de los que ostentamos responsabilidades en el ámbito de la cultura.