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Educación a la finlandesa en Vilagarcía

El IES Castro Alobre, dentro del proyecto Aprendizaje-Servicio, convierte a sus alumnos en investigadores para desarrollar un diagnóstico y dar soluciones a problemas sociales

Los alumnos del centro vilagarciano se están mostrando muy activos en esta propuesta educativa. // I.A.

Entender la esencia de la problemática social y proponer líneas de actuación en base a un estudio concienzudo de la situación. Esas son las líneas maestras de un proceso educacional importando de una escuela tan reconocida como la finlandesa y que se está llevando a cabo con mucho éxito en el IES Castro Alobre de Vilagarcía.

Con el nombre de proyecto Aprendizaje-Servicio, el alumnado del centro vilagarciano lleva todo el curso poniendo en marcha una línea de interactuación destinada a potenciar la investigación y conocimiento de los cuestiones que marcan el día a día en el entorno en el que conviven.

El proyecto en cuestión consta de dos fases bien diferenciadas. A lo largo del presente curso se está llevando a cabo todo lo relativo a la detección de las necesidades en la educación así como la participación social y cívica en la comunidad de Vilagarcía. Se trata en primera instancia de recoger la descripción del problema de exclusión tal y como es vivenciada por personas representativas de esta temática.

El alumnado se convierte en investigador social sintiendo y participando como observador participante en el espacio social y cívico recogiendo en una primera evaluación los principales problemas que se presentan en su comunidad, aportando no solo elementos especialmente importantes para un diagnóstico, sino proponiendo respuestas y actuaciones que diseña como posibles, reales y efectivos para esas necesidades.

El abanico de actividades que se desarrollan es amplísimo y muy variado. Desde la convivencia entre generaciones en Vilagarcía o la memoria histórica. Inmigración, minorías, marginación, pobreza, inclusión, drogas, cuerpos de seguridad o voluntariado. Muchas son las temáticas que se desarrollan por grupos de entre 3 y 4 alumnos.

La presencia de distintas personas en conferencias en el centro aportando su visión vívida sobre los asuntos a tratar se ha convertido en una constante desde el pasado mes de diciembre. Cuestiones relativas a la memoria social o a la inclusión laboral fueron abordadas desde primera persona. Un ejemplo fue la presencia de María y Minerva, dos conductores de autobuses de la empresa Pereira, profesionales que levantaron la reflexión y profundizaron en la sensibilización del alumnado de cara a la igualdad laboral en contextos normalizados y ejemplares.

El lunes se celebrará una nueva conferencia con la problemática de las drogas de fondo. La elegida para versar sobre el asunto es Carmen Avendaño, elegida como ejemplo de valores y portadora de una historia de vida absolutamente significativa para la causa. La presidenta de Érguete realizará una exposición de su experiencia vital y organizativa en la lucha contra la lacra de las drogas. La sesión finalizará con un debate a modo de tormenta de ideas para concienciar contra la drogadicción entre la juventud vilagarciana.

José González, director del proyecto en el IES Castro Alobre, todavía quiere darle una vuelta más de tuerca a lo realizado. "Estamos intentando poder salir a un país latinoamericano y poder colaborar con la creación de una pequeña escuela. La idea es ir a Perú en el verano de 2017 con un grupo de 20-25 alumnos. Tenemos la opción de ir a África, pero es un viaje más problemático por el tema de salud".

Lamenta el director del proyecto no disponer de más tiempo para poder dedicarle a este proyecto educativo. Su docencia en Filosofía no le permite dedicarse todo lo que le gustaría a una alternativa educativa implantada en países como Finlandia y que parece haber llegado para quedarse.

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