Pedro Subijana Reza, considerado "mejor cocinero del mundo" y propietario del afamado restaurante vasco Akelarre, recibió ayer en el Centro Superior de Hostelería de Galicia (Santiago) la escultura que lo acredita como ganador de la XIV edición del Premio Nacional de Gastronomía Lola Torres, fallado en O Grove durante la pasada Festa do Marisco y con el que se reconoce la trayectoria de establecimientos y chefs de España y Portugal que acrediten más de 25 años de experiencia y apuesten por la cocina tradicional y los productos típicos de cada región.
Fue un emotivo acto, presidido por el alcalde meco José Antonio Cacabelos y la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, al que acudieron un centenar de personas, entre las que estaban representantes de cinco de los trece restaurantes con "estrella Michelin" que hay en Galicia, políticos, empresarios y familiares de la cocinera Lola Torres (O Grove 1917-2002) como Rafael Mourelos.
Subijana se mostró agradecido y abundó en lo manifestado en la entrevista concedida a FARO y publicada ayer, en el sentido de defender la buena mesa y los productos de calidad, reconocer el trabajo realizado por los pioneros de los fogones y elogiar la trayectoria del Premio Lola Torres.
Y al hablarse de productos de calidad no podía olvidarse del centollo de O Grove, que ya conocía bien pero con el que tuvo la oportunidad de verse las caras de nuevo durante esta visita a Galicia, ya que además de asistir ayer al reconocimiento público en Santiago el día anterior pudo visitar el puerto meco y saborear en una cena la mejor cocina de la localidad.
Miguel Villar Costoyas, presidente de la Fundación Amigos de Galicia, promotora del Premio Lola Torres, destacó que "Pedro Subijana es uno de los más importantes representantes del mundo de la gastronomía", y que "sin el chef del Akelarre la cocina contemporánea no sería lo que hoy en día es", ya que ha sabido adaptar las recetas más tradicionales a las nuevas tendencias de consumo y a los nuevos modos de vida. El representante de la organización benéfica incidió en que tanto Galicia como el País Vasco "cuentan con unas materias primas excelentes, lo que repercute en la extraordinaria calidad de sus cocinas".
