Las casi tres horas de reunión que ayer mantuvieron miembros del gobierno local de Vilagarcía y representantes de los vendedores de la plaza de abastos no fueron suficientes para acordar el traslado de los puestos que se verán afectados por la segunda fase de reforma del mercado municipal. La decisión se adoptará en un próximo encuentro al que estarán convocados los placeros directamente afectados por las obras, una decena entre carnicerías, la cafetería, una zapatería, un puesto de congelados y varios de verdura. Parte de ellos no están integrados en la asociación de comerciantes del mercado, por lo que ayer carecían de representación en la reunión a dos bandas. Ravella propondrá a estos concesionarios varias posibilidades para su reubicación. Se están estudiando, por ejemplo, las características de los puestos actualmente libres en las zonas ya reformadas como alternativa para acoger a alguno de los afectados.
También se analizará la disponibilidad de espacio en la zona de la verdura y se sopesará la instalación de una estructura provisional tipo carpa en los exteriores del edificio de abastos. Esta última opción es la que más convence a parte de los vendedores afectados, pero el Ejecutivo vilagarciano valorará tanto aspectos como las necesidades de espacio, las conexiones eléctricas y de agua y el coste de cada alternativa, ya que "el gasto del traslado no está incluido en el presupuesto de obra y tendrán que financiarlo las arcas municipales", inciden.
La reunión con los afectados se fijará después de que el Concello concrete con la Secretaría Xeral de Comercio el convenio para la financiación (ya que este organismo aportará 240.000 euros) y se establezca un plan de trabajo con los plazos a cumplir. La idea que maneja el gobierno de Alberto Varela es que la reforma pueda comenzar "en el mes de junio", apunta el presidente de la asociación de placeros, Juan Carlos López. Antes todavía tienen que adjudicarse las obras a una de las veinte empresas que se presentaron al concurso. Este tuvo que ser paralizado ante la negativa inicial de Patrimonio a autorizar el proyecto, cuestión que quedó solventada a finales de la pasada semana. Debido a esta demora administrativa, para el Concello será fundamental el "cumplimiento de los plazos", por lo que confían en concretar con los afectados "a la mayor brevedad la solución más adecuada y viable para organizar el traslado". Y es que el gobierno municipal tilda de "muy necesaria" la reforma de la plaza de abastos, puesto que la situación actual "resulta muy discriminatoria y perjudicial para los concesionarios con puestos en la zona vieja".
El proyecto con el que se pretende dinamizar y modernizar el mercado público de Vilagarcía prestará especial atención a la estética, ya que se pretende crear una imagen de calle en el ala a remodelar. Se mantendrán los puestos de venta laterales pegados a las paredes y las bancadas se cambiarán de orientación para aportar más fluidez al tránsito de personas. Se conservará, y recuperará protagonismo como elemento estético, la escalinata principal que da acceso al andar superior, que se acondicionará para uso hostelero y la realización de cursos de cocina o degustaciones, actividades siempre relacionada con los productos que se pueden adquirir en la plaza. También se mantendrá la fuente original ubicada en el centro del pasillo que une la zona del pescado con la sala a reformar. Una de las escaleras laterales se mantendrá y la otra se convertirá en rampa para mejorar la accesibilidad. Se invertirán en total 745.704 euros. Juan Carlos López considera que estas obras "son para beneficio de todos", aunque generen "molestias" ya que "si empiezan ahora afectarán al verano y a parte de la campaña de Navidad" y si se ejecutan en invierno "los trabajos irán más lentos".
A la remodelación de la plaza también se refirió ayer el portavoz del grupo municipal del BNG, Xabier Ríos, quien instó al gobierno a presentar el proyecto a la oposición. Por el momento, asegura el nacionalista, "carecemos de información oficial" sobre las actuaciones a realizar.
