La no celebración de la que sería la quinta edición de la Ruta BTTinto ha levantado el hacha de guerra entre los clubes organizadores y el Concello de Ribadumia. A los miembros de las entidades deportivas Xesteiras, Club Ciclista Salnés y Armenteiraepunto, no les ha gustado lo más mínimo la versión ofrecida desde el gobierno municipal en lo que se refiere a las causas aducidas para no apostar por un evento que se había consolidado en solo cuatro años como una de las pruebas de referencia a nivel autonómico.
La palabra "indignación" en la más utilizada por los representantes de los clubes a la hora de referirse a la situación generada. Antonio Casal, secretario del Club Ciclista Salnés, subraya en un comunicado que "no hay cosa que más daño haga que las medias verdades, porque son peores que las mentiras. Son peores, porque cuesta mucho más demostrar su falsedad".
Una de las afirmaciones que peor ha sentado en el ánimo de los ciclistas es "atribuir a los clubes la no celebración de la prueba porque nos negamos a cobrar inscripción, cosa que no es cierta". Los clubes consideran al respecto que la decisión de la celebración o suspensión de la Ruta BTTinto depende del ayuntamiento y no de las entidades deportivas. Añade Casal que "en ningún momento nos negamos a que se cobrara. En una primera reunión se dijo que en la Ruta BTTinto no se había cobrado en ninguna edición y nuestra intención era trabajar para que así fuera, pero siempre teniendo claro, que el objetivo era la celebración de la prueba, y si había que cobrar, pues se cobraría".
El primer punto de asperezas entre clubes y el gobierno de David Castro surgió tras el acuerdo alcanzado para sentar las bases de la quinta edición. "Para ver que coste real tendríamos que manejar, nosotros prepararíamos un proyecto con todas las necesidades de la prueba, y el Concello recopilaría facturas del año pasado para ver que gastos eran imputables a la ruta y cuales eran de la Fiesta del Tinto, intercambiando dicha documentación", sostiene el comunicado.
En una segunda reunión, los clubes afirman que entregaron dos memorias completas con todo lo necesario para realizar la prueba, "pero ellos no nos facilitaron las facturas para poder analizarlas. Es verdad que sí que las trajeron a la reunión y nos las enseñaron, pero ese no era el trato".
Todavía hubo un tercer cónclave entre las partes en la que el gobierno local planteó dos opciones para poder llevar a cabo la prueba ciclista. La primera posibilidad pasaba por seguir el modelo de otros años, "pero eso resultaba inviable económicamente". La segunda opción pasaba por una empresa externa que se encargaría de toda la organización de la Ruta BTTinto sin cobrarle nada a las arcas municipales a cambio de poder cobrar 10 euros de cuota por participante.
A esta segunda vía, los clubes se postularon insistiendo en que "la Ruta BTTinto tiene una identidad muy singular, que difiere mucho de la mayoría de pruebas que organizan este tipo de empresas". Del mismo modo, el colectivo de los clubes recordó que "los casi 100 kilómetros de recorridos de las distintas modalidades en cada edición son limpiados a mano, por senderos y lugares increíbles, diseñados y pensados durante meses y ese trabajo nunca lo iba a realizar una empresa".
Añade el texto de las tres entidades organizadoras que "los propios representantes del Concello nos confirmaron que tras mostrarle a la empresa nuestra memoria y proyecto, les dijo que imposible, que ellos así no la organizaban debido al trabajo que suponía. La empresa la organizaba a su manera".
Según los clubes, la última toma de contacto con el gobierno local fue la llamada en la que comunicaron la decisión de que finalmente la prueba no se celebrase.
Otra cuestión que alimenta la defensa de las entidades que llevaron la prueba hasta las más altas cotas, como demuestran los 3.000 participantes del año pasado, es la afirmación del ayuntamiento de Ribadumia respecto a que celebrar la carrera supondría una cantidad de 40.000 euros a las arcas municipales. "Si te planteas realizar una prueba cómo la del BTTinto, comprando todo lo que se necesita como si de una lista de la compra se tratara, ni 40.000 euros ni 60.000 euros llegarían".
Aluden los clubes a que en las memorias presentadas ya se especificaba el desembolso necesario, "¿cuánto costaría pagar a las más de cuarenta personas que todas las noches desde la primera semana de abril hasta la celebración de la prueba, acudían a las ocho de la tarde a limpiar los montes hasta las diez y media u once de la noche? ¿Cuánto costarían los 200 voluntarios del día de la prueba desde las seis de la mañana hasta las ocho de la tarde?".
