"Es un orgullo, pero solo me he limitado a hacer mi trabajo". De este modo se pronuncia José Ramón Prado Meis, que fue homenajeado y condecorado por su valentía y labor humanitaria.

El viernes por la tarde, en un sencillo pero emotivo acto celebrado en el consistorio grovense, se le hizo entrega de la Cruz al Mérito Civil, concedida por el Gobierno de España.

Tanto esa insignia como el correspondiente diploma y un obsequio del Concello le fueron entregados de forma compartida por el alcalde, el socialista José Antonio Cacabelos, y su predecesor en el cargo, el conservador Miguel Ángel Pérez García, ya que fue este último quien en su momento se ocupó de cursar el oportuno expediente y solicitar al Estado este reconocimiento institucional al guardia.

¿Pero por qué esta condecoración? Prado es un agente de la Guardia Civil de O Grove, en cuyo cuartel está destinado desde hace 15 años. Este cambadés de nacimiento que pasó a formar parte del instituto armado hace dos décadas participó durante su carrera en numerosos operativos y, lo más importante, salvó muchas vidas, a veces con un trabajo que pasa inadvertido y que ni siquiera encuentra eco en los medios de comunicación.

¿Recuerdan los lectores de FARO un incendio ocurrido en Confín (O Grove) que a punto estuvo de convertirse en una tragedia? Pues el guardia José Ramón Prado Meis fue uno de los participantes, y sobre todo uno de los hombres que arriesgaron su vida para salvar la de otras personas.

Hace seis meses, aunque esto no figurara en el expediente por el que decidieron condecorarlo, rescató también a una joven de San Vicente de O Grove que intentó suicidarse, y su participación fue igual de crucial en un incendio ocurrido hace años en la calle de Luis Casáis, en el que fue preciso rescatar a dos mujeres que habían quedado atrapadas en un segundo piso.

Pero estos son solo algunos de los ejemplos del trabajo realizado por este agente cambadés plenamente asentado ya en la villa meca al que ahora, por fin, llega su merecido reconocimiento público.

Para entender mejor el proceder de este agente y el por qué de la Medalla al Mérito hay que aclarar que siendo aún alcalde, Miguel Pérez remitió un escrito al Ministerio de Asuntos Exteriores, como marca el procedimiento, dando cuenta de los "relevantes servicios prestados a la comunidad" por este agente y el "ejemplar cumplimiento de sus deberes en su destino en este municipio".

En aquel documento, enviado el 22 de mayo de 2015, Pérez solicitaba "que sea aceptada la propuesta de ingreso de este guardia en la Orden del Mérito Civil" en atención a diferentes méritos, como por ejemplo que en febrero de 2002 el agente Prado "rescató a una mujer y tres niños de corta edad en el incendio de las Escalinatas de Confín", o que en julio de 2008 "rescató y reanimó a una persona que intentaba suicidarse en Balea".

Aquello sucedió solo un par de meses antes de que el mismo guardia rescatara a las dos mujeres víctimas del incendio en la calle Luis Casáis.

Ya en marzo de 2009 hizo lo propio con un menor atrapado en un cuarto piso por un incendio ocurrido en la calle Beiramar y colaboró en la evacuación del edificio, mientras que en noviembre de 2014 rescató a una persona que intentaba suicidarse en el interior de su vehículo en la "playa de los franceses", según consta en el expediente firmado por Miguel Pérez y avalado por el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Una vez detallados estos aspectos Miguel Pérez incidía en su petición en el "alto valor cívico de José Ramón Prado, su meritoria conducta observada en el cumplimiento de sus funciones y los extraordinarios servicios prestados a la población de este municipio".

Todo ese trabajo había sido merecedor de las felicitaciones de sus superiores, y también del agradecimiento de las personas a las que salvó la vida, que para él sigue siendo "lo más importante", pero no cabe duda de que con la condecoración que le entregaron el viernes parece también saldada una deuda de las instituciones y el conjunto de la sociedad.

"Es cierto que solo hizo su trabajo, pero también lo es que lo ejerció con la máxima eficacia y profesionalidad, demostrando valentía, sacrifico y sentido del honor", explicó el exalcalde Miguel Pérez tras el reconocimiento brindado al agente en el consistorio.

Casado, padre de dos niños -de 12 y 8 años-, totalmente implicado en el día a día de O Grove y, sobre todo, dispuesto a seguir "dándolo todo" para desarrollar su trabajo "lo mejor posible", José Ramón Prado Meis pasa así a formar parte de esa especie de selecto club de héroes caseros existentes tanto en O Grove como en el conjunto de la ría y la comarca; hombres y mujeres que por tierra, mar y aire velan por los grovenses y los arousanos en general a los que casi nunca se valora como se merecen.