El deficiente estado que presentan las redes de saneamiento y abastecimiento en diferentes puntos del municipio grovense hace que periódicamente se produzcan importantes averías y que los daños y gastos en reparaciones sigan en aumento año tras año.

El episodio más reciente es el vivido en la última semana con la conducción subterránea de fecales a la altura de Fonte de Liñares, en Meloxo. Los viejos tubos de fibrocemento no aguantaron tanta presión, ni tantos años de creciente actividad, y acabaron rompiéndose, por lo que se hundió el firme de la carretera.

Desde el Concello, a través de la concejalía de Obras que dirige Ángeles Domínguez, aprovechan para pedir de nuevo a los vecinos que no arrojen a la red de saneamiento toallitas húmedas, compresas ni otros artículos que puedan saturar las conducciones y provocar averías importantes.