El bombeo de Cabanelas, en Ribadumia, volvió a provocar un vertido al río de Os Pasales en la tarde noche del pasado jueves. Se trata del enésimo vertido que se registra en la zona en el plazo aproximado de solo cuatro meses, convirtiendo la situación en un grave problema para el río Umia, del que es afluente el cauce afectado. Este vertido convirtió las aguas del río en blancas, apreciándose también restos de escabeche.

Técnicos de Espina y Delfín y del Concello de Ribadumia estuvieron ayer buscando la procedencia del vertido, y en principio, todo apunta a que sería un afloramiento, por causa de la lluvia, de los restos que todavía quedaban en el bombeo y los colectores, aunque no se descarta ninguna otra hipótesis. De todas formas, este episodio vuelve a demostrar la incapacidad del bombeo de Cabanelas para asumir todo el agua que le llega, especialmente cuando se registran chubascos en esa zona inundable próxima al río Umia.

Los primeros en localizar el problema y denunciarlo a través de las redes sociales volvieron a ser los integrantes del Náutico de Ribadumia, cansados de que no se ponga coto a una situación que ya "pasa de preocupante". Desde la entidad insisten en que si el problema es del bombeo "debería vaciarse antes de la llegada de las lluvias para evitar que se registren estas situaciones", además de pedir medidas sancionadoras importantes para las empresas infractoras, además de buscar soluciones con la realización de obras que mejoren la red de alcantarillado.

El edil de Medio Ambiente, José Ramón González, reconocía ayer que "estamos realizando comprobaciones para determinar cuál es el origen del problema y, en principio, sería un afloramiento de lo que todavía permanece en la red, ya que el aserradero que había causado los más graves parece haber solucionado los problemas que tenía, algo que han certificado los técnicos de Espina y Delfín". De todas formas, el Concello de Ribadumia le ha solicitado una serie de documentación a esta firma que podría acabar en un expediente sancionador.

A este respecto de los expedientes, el presidente de la Mancomunidade, Gonzalo Durán, volvió a insistir ayer en que "el que contamina, paga; ya no vale lo de presionar a los Concellos con despidos, todo aquel que no cumpla la ley tendrá que asumir la sanción y las medidas que se le van a aplicar".