El TAC de O Salnés continúa "destripado", tras una grave avería que será imposible de solucionar hasta el próximo martes, doce días después de que quedase inutilizado al fallar el tubo de rayos catódicos, uno de los elementos fundamentales del aparato de diagnóstico.

Se incumplió así el compromiso de la dirección del área integrada y en paralelo los problemas se han disparado ya que ahora también es preciso trasladar a Pontevedra a numerosos pacientes ingresados en las tres plantas del hospital, cuando hasta ahora solo requerían ambulancia los que llegaban a urgencias.

El TAC uno de los aparatos imprescindibles de un centro hospitalario, básico en pruebas diagnósticas complejas, sobre todo para pacientes que llegan con sospecha de traumatismos o ictus y que precisan una evaluación rápida.

Pero en O Salnés solo hay una máquina de Tomografía Axial Computerizada por lo que la única forma de someter a prueba a los pacientes cuando falla es derivándolos a Pontevedra, bien al Hospital Provincial o a Montecelo. Ello se viene haciendo desde hace una semana con los enfermos de Urgencias, con un promedio de cinco traslados diarios en la única ambulancia a disposición del centro. El proceso ya era lento pues el vehículo se desplaza con un enfermo y lo espera hasta que concluye la prueba para recoger al siguiente.

Ahora la dificultad se amplifica pues a los enfermos que llegan por Urgencias hay que sumar los que precisan un TAC y estaban ingresados en planta para el seguimiento de sus dolencias.

Hasta ayer la situación parecía llevadera, pero ahora empiezan a surgir problemas de mayor relieve que afectan tanto a los profesionales pero sobre todo a los pacientes que contaban conque ya ayer se dispondría del equipo por lo que podrían conocer su diagnóstico de inmediato pues se les había prolongado la estancia en el hospital ante la previsión de que funcionase el viernes. Resultó imposible.

Alguno de estos enfermos pendientes de la prueba ha tenido que viajar, por tanto, a Pontevedra y otros continuarán ingresados al menos cuatro o cinco días más, siempre que se cumpla el nuevo plazo de reparación.

Y ello implica, además del trastorno y preocupación para los ingresados y sus familias, que la lista de espera en determinados servicios se incremente de forma notoria en la agenda del centro, pues ha habido que suprimir citas y desplazar otras que estaban marcadas en el calendario.

Por otra parte, el ajetreo de la ambulancia durante toda la jornada ha sido tremendo durante el día de ayer y es previsible que durante el fin de semana también tenga que multiplicar el número de viajes a Pontevedra.

Cabe poner de manifiesto que el mal tiempo de estos días también ha influido en el número de pacientes que entran por urgencias y deben quedar ingresados en el centro en observación.

Los profesionales consideran que es demasiado tiempo para la reparación de este equipo de radiodiagnóstico, pues hay pacientes cuya salud futura depende de la mayor o menor rapidez de un tratamiento adecuado.

Es el caso de una hemorragia cerebral que debe ser determinada casi al momento para poder actuar con eficacia de modo que las secuelas sean mínimas o incluso que no haya un riesgo vital para el paciente.

La dirección del centro restó importancia hace unos días a la avería de este aparato al alegar el gerente que son miles de instrumentos los que cada día se utilizan en un centro hospitalario como el que agrupa las áreas de Pontevedra y O Salnés.

Los profesionales admiten que la hipótesis está justificada si existen alternativas para que los enfermos no resulten afectados.