Imagen de Camelle, la foca que apareció en febrero // I. Abella

El 21 de febrero fue un día clave en la vida de la foca Camelle. La cría apareció, con apenas 17 kilos e importantes heridas en diferentes puntos de su cuerpo, avanza con fuerza hacia su recuperación y puesta en libertad.

Desde su aparición, la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos, Cemma, trabaja para que la foca, que recibió el nombre de Camelle, se recupere y pueda abandonar la piscina del Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa) en la que se recupera. En la actualidad, el animal ya alcanzó los 30 kilos, lo que demuestra una importante evolución.

En esta última fase de su recuperación, Camelle está siendo mimada por varios alumnos del Igada que, a su vez, se familiarizan con el cuidado de los mamíferos marinos y la concienciación medioambiental. Muy pronto estos estudiantes podrán despedirse de Camelle, cuando alcance la suficiente masa muscular y pueda ser embarcada con rumbo al Gran Sol, donde volverá a ser libre.